Sobre los créditos CORFO en educación universitaria

R. Fischer

En una conversación reciente, un conocido que había ocupado un alto cargo en este gobierno me comentó que le molestaba que se rebajara la tasa de interés a los créditos CORFO para estudiantes universitarios (el deficiente sistema de financiamiento universitario anterior al CAE). Esta tasa de 8% es superior al 6% del crédito CAE, del cual se quejan tan amargamente los estudiantes.

Le parecía que las familias habían elegido voluntariamente endeudarse a esa tasa, por lo que no era correcto reducírsela a cargo de todos los chilenos. Estaba dispuesto a admitir una reducción al 4%,una reducción equivalente a la del CAE (que baja al 2% desde el 6%), pero le parecía que reducirlo también al nivel del nuevo CAE es un beneficio excesivo. Sin embargo, entendía que era políticamente imposible mantener esa diferencia en la tasa de los créditos, pase a lo que le parecía una evidente injusticia.

Lo que si convenció a quienes lo escuchaban, era que hay problemas en el diseño del  proyecto de Ley que crea el nuevo CAE. Dio como un ejemplo entre muchos otros, el de una persona que estudia, se casa y deja de trabajar, por lo que nunca paga por sus estudios. Podría ocurrir que esta persona haya sido financiada en sus estudios pese a que cuando su pareja sea un exitoso profesional, ambos pertenezcan al décimo quintil (el de más altos ingresos). Su propuesta era que la Ley del CAE debería incorporar el criterio de ingreso familiar y no individual, lo que corregiría el problema (alternativamente, es otro motivo para reducir la tasa de matrimonios). Me pareció interesante su punto de vista.