Sobre los derechos de agua

R. Fischer

En una reciente editorial en el Mercurio sobre la propuesta de Reforma del Código de Aguas, se la critica porque elimina o reduce  los derechos de propiedad del agua. Si bien se requieren reformas al sector, estas no deberían modificar la existencia de los derechos de propiedad transables de las aguas.

Según el artículo, las reformas deberían dirigirse a corregir el sobreotorgamiento de derechos de agua en algunas cuencas, reforzar la fiscalización de extracciones ilegales, aumentar los recursos (monetarios y humanos) destinados a la Dirección de Aguas y simplificar el entramado de instituciones estatales relacionadas con el agua.

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El Valle de Azapa muestra el uso eficiente de las aguas

En cambio, la editorial argumenta que los derechos de propiedad de las aguas han funcionado bien y que las quejas –comunidades sin derechos de agua, o la falta de abastecimiento para consumo humano– pueden resolverse sin modificarlos. En el primer caso,  el Estado puede comprar derechos de agua y entregarlos a las comunidades del Norte de Chile que no los poseen. Seguramente estas comunidades las venderían o arrendarían a la minería, dado el mayor valor que tienen en esa industria que en la agricultura, lo que es positivo. Además, eliminaría el argumento de una mala asignación original de los derechos.1

En el caso de la falta de abastecimiento para consumo humano, la editorial recuerda que en las áreas de concesión de las sanitarias, la provisión del servicio es obligación de las sanitarias. Éstas deberían comprar o arrendar el suministro que necesitan, y si eso se traduce en mayores tarifas de los servicios sanitarios, esto reconoce el costo para la sociedad del recurso. Además, existe un subsidio para un consumo mínimo, así que nadie quedaría excluido con el alza en el precio.

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Valle de Elqui

El artículo muestra la diferencia entre Chile donde, pese a una sequía de siete años, los conflictos son limitados, con el caso de California, en que no existen más que derechos consuetudinarios al agua. Allí se redujo el suministro de agua a las ciudades en un 25%, para no tener que reducir tanto el suministro agrícola. Esto significa que se reduce drásticamente el consumo residencial para mantener la producción de almendras, un consumo intensivo en agua, y en que California produce el 83% de la producción mundial.

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Almendras en el valle de Capay, cerca de Sacramento, una de las áreas más secas de California.

La situación en California es peor aún: acabo de leer un artículo en The Guardian en que muestra que la reducción en el consumo de las ciudades ha sido parejo, castigando especialmente a aquellas ciudades que han hecho más esfuerzos para reducir su consumo. Esas ciudades, que tienen menos espacio para reducir su consumo, reciben el mismo tratamiento que ciudades que al ser menos eficientes en el uso del agua, tienen más espacio para ahorrar.

Estas ineficiencias muestran lo que ocurre cuando no existe propiedad de los derechos de agua. Los recursos son asignados con criterios políticos y no económicos, lo que es mucho más injusto. Esto no habría ocurrido bajo un esquema de derechos de agua transables, pues si el agua es más valiosa para las ciudades que para la agricultura, habrían habido transacciones hasta que se eliminaran las diferencias de valoración del agua. La gran ventaja de los derechos de propiedad transables es que reducen o eliminan las ineficiencias en los mercados.

En California hay transacciones de agua, pero son limitadas debido a que no existen derechos de propiedad verdaderos. En términos coasianos, los costos de transacción son mucho mayores por este hecho. Uno de los problemas es que un propietario que vende los derechos puede perderlos, porque podría estimarse, a futuro, que no  los necesita. Por lo tanto, los propietarios prefieren no realizar la transacción, pese a los beneficios para ambas partes.

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Sequía en el Valle del Limarí.

Es increíble que teniendo el ejemplo de California, uno de los resultados de la propuesta de Reforma al Régimen de Aguas sea una que impide o entorpece transacciones que son beneficiosas para todos los participantes. ¿No son esas las implicancias de expropiar los derechos de agua que no se usen?

 

Nota:

1 Otra queja es la supuesta concentración de derechos de agua. Esta queja podría ser válida en el caso de los derechos no consuntivos (asociados a generación hidroeléctrica, y en todo caso, es un problema de los organismos de competencia, no del Código de Aguas), pero no para los derechos consuntivos. No he escuchado nunca que hayan concentraciones con efectos anticompetitivos de derechos consuntivos (usados en la agricultura y para el consumo humano).

Comisión Engel y directores de obras municipales

R. Fischer

Una de las recomendaciones de la Comisión Engel es la de elegir los directores de obras en las comunas mediante la Alta Dirección Pública. Esto parece una buena recomendación, pues es bien conocida la ineficiencia y las normas desactualizadas que rodean las Direcciones de Obras municipales.  En suficientes casos como para indicar que es un problema endémico, se ha sospechado o demostrado la existencia de corrupción en  estas Direcciones.

El procedimiento para nombrar al director de obras es clásico en la burocracia más anticuada, y por lo tanto es cara a las agrupaciones funcionarias. Cuando el vigente jubila o fallece, lo reemplaza el funcionario más antiguo que cumpla los requisitos.  No importa cuan bien se haya desempeñado, ni su capacidad, ni ningún otro atributo que no sea la antigüedad. A esa espera en cargos de la Dirección de Obras se le denomina «carrera funcionaria».  Si todo lo que se requiere para ser Director de Obras es la antigüedad, independiente de su inteligencia, capacidad para decidir situaciones complejas, capacidad para realizar cambios positivos en la normativa, u otras actuaciones, tal vez deberíamos reemplazar toda la Dirección de Obras por un sistema experto.

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El mall de Castro

 

En palabras del Presidente de la Asociación de Directores de Obras:

Esto cambia las reglas del juego. Tengo arquitectos que están haciendo carrera profesional para ser, algún día, director de obras (…) Todos los funcionarios están haciendo una carrera, y su meta es llegar a ser director, jefe de departamento.Cuando plantean que va a llegar alguien desde la Alta Dirección Pública, en que cualquier persona puede postular, eso nos parece que va en sentido contrario a esta carrera funcionaria.»

Y muy bien que así sea.

Ps. Me quedé pensando en la carrera funcionaria. En las fuerzas armadas la antigüedad también es importante, pero en cada rango hay más miembros que en el rango superior, así que para avanzar en la carrera militar es necesario ser seleccionado. El oficial que asciende es seleccionado por algún aspecto (aunque tal vez no siempre éste sea el mérito). En el caso de la carrera funcionaria en una dirección de obras, el número de arquitectos es pequeño, así que –salvo pocas excepciones– debería haber solo uno con cada antigüedad. Esto significa que todos llegan al cargo de Director de Obras; es solo cosa de esperar.

La imagen que tengo es la de un tren que retrocede empujando lentamente los carros hacia un acantilado, como en las películas. Cada vagón sabe que será cabecera del tren por unos momentos antes de desaparecer. No es necesario hacer méritos para llegar a la encabezar el tren.

 

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Tren descarrilado en un puente en Paulsboro, NJ. (AP Photo/Cliff Owen)

 

Ventajas de un Consejo de la Universidad de Chile

R. Fischer

Anteayer postée una propuesta de nuevos  Estatutos para la Universidad  de Chile. En ellos habría un Consejo de la Universidad, externo a ella, poseedora de los poderes superiores (como nombrar al Rector y Autoridades Superiores, facultades presupuestarias y otras). Este esquema tiene la ventaja de darle a la Comunidad Nacional el control de la Universidad. Ya no sería la Comunidad Universitaria el dueño de la Universidad, como lo hará la  propuesta triestamental. En cambio, se garantiza que la Universidad de Chile sirve a los intereses de la sociedad en su conjunto.

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Pero hay una ventaja adicional: bajo el esquema actual, cualquier reforma interna que afecta negativamente los intereses de grupos internos de académicos será rechazada, por vital que sea para mejorar la Universidad.

Esto no mejora con la triestamentalidad.  Los funcionarios con poder político también antepondrán sus intereses a los de la Universidad. Los estudiantes también tienen intereses egoístas: la mayoría no se interesan en temas de política estudiantil o universitaria, porque tienen otros intereses y los prefieren a los de la Universidad y de la Sociedad (es decir, son egoístas). Esto deja el campo libre a los activistas, quienes están más interesados en objetivos políticos de mayor alcance que la Universidad y la sacrifican a este interés.  Es decir, bajo sistemas mono- o triestamentales, casi todos los miembros de la Comunidad Universitaria actúan (o no lo hacen) por motivos al menos parcialmente egoístas, sin preocuparse de la Universidad y su rol cuando sus otros intereses están presentes.

No veo nada reprochable en esto; es natural que las personas sean egoístas gran parte del tiempo, y el problema solo aparece cuando lo olvidamos y diseñamos políticas bajo el supuesto de que las personas son permanentemente altruistas, y no solo en raras ocasiones. Es lo que ocurre cuando el diseño de gobierno de la Universidad se basa en académicos/funcionarios/estudiantes altruistas.  Un par de ejemplos nos muestran el costo que eso representa para la Universidad y el país.

Pedagogía

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Antigua Escuela de Pedagogía

 

Es claro que el país necesita buenos profesores y que la Universidad de Chile tiene una gran oportunidad de crear una Escuela de Pedadogía. Allí se podría entregar toda la formación de profesores de educación primaria. En el caso de estudiantes que ya poseen licenciaturas de la U. de Chile en áreas como castellano, ciencias o matemáticas, se les puede ofrecer un postgrado en educación que los habilite para enseñar en la educación secundaria. Estos serían profesores con conocimiento de sus materias y preparados para la docencia.

Dado que no tenemos casi nada en pedagogía, tenemos la ventaja de partir sin lastres, contratando bien, diseñando un buen programa de estudios, con menos burocracia y rigideces que las unidades más antiguas de la Universidad. Además. la U. de Chile tiene una ventaja sobre otras universidades: la raíz laica y nacional de la Universidad de Chile es un imán para atraer a los jóvenes idealistas que se necesitan como profesores.

Sin embargo, pese a que esta idea se discute desde hace años, no se concreta. Hay grupos de interés que desearían que una Escuela de ese tipo fuera parte de sus unidades, y no que sea independiente. Es decir, partiría con un bagaje de académicos y de planes de estudio que no han sido exitosos. Otros, peregrinamente, desean recuperar la UMCE como antigua Escuela de Pedagogía, lo que sería aún peor, dada la calidad demostrada. En esa discusión se pierden las oportunidades de servir al país. Bajo un sistema en que el Rector y el Decano es elegido por académicos, el primero se va a oponer a una medida que afecta a sus votantes, y el Rector no deseará enfrentarse a ellos.

La Escuela de Derecho

EscuelaDerecho

La Escuela de Derecho era una de las joyas de la Universidad de Chile. Sus estudiantes están entre los mejores y tienen algunos de los profesores más destacados del país. Pese a ello, es una Facultad que se derrumba lenta e inexorablemente. Algunos de sus mejores profesores la han abandonado, otros no son titulares pese a sus merecimientos, solo por razones de política interna. El plan de estudio está inadaptado a las tendencias modernas, en particular por su duración. No tiene investigación ni plan de desarrollo ambicioso, y sus instalaciones son pobres, considerando los recursos que aportan sus estudiantes.

Las organizaciones estudiantiles de la Facultad de Derecho, pese a que viven diariamente las deficiencias de la Facultad, pretenden solucionar los problemas del país, sin ser capaces de ocuparse de los propios. El año pasado, la molestia del alumnado fue tal que se eligió en el  Centro de Estudiantes a una lista improvisada e irónica. Al finalizar su período, la percepción es que ese gobierno no fue peor para los intereses de los estudiantes que los Centros de Alumnos de corte político.  Es decir, los intereses egoístas de los miembros de la Comunidad Universitaria impiden los cambios que se necesitan urgentemente.

Conclusión

Estos dos ejemplos muestran la importancia de poder  intervenir con un mecanismo legítimo desde el exterior de la Universidad, actuando en su favor y el de la Comunidad Nacional. Para ello se requiere un Consejo de la Universidad de Chile, que tenga en cuenta los intereses del país y no solo los de la comunidad interna.

 

 

 

 

 

Sobre la posibilidad de elegir

R. Fischer

En mi último posteo escribí que, contra una opinión común, la ubicua obesidad en los niños de familias de ingresos bajos significa que estas familias tienen capacidad de elección escolar. Es decir, sus ingresos son suficientes para destinarlos a copagos para que sus niños vayan a colegios que perciben como mejores que los  municipales. Impedir esa elección, como quiere hacer este gobierno, es una forma de paternalismo burgués, que cree que las personas de menores ingresos no tienen o no deben tener capacidad para elegir.1

Varias personas han criticado mi inferencia al deducir que porque hay niños obesos, sus padres tienen la posibilidad de destinar recursos a educación. Mis críticos creen que la mayor tasa de obesidad en los estratos de menores ingresos es inevitable, consecuencia de la presión social para consumir y otros vicios de la sociedad capitalista moderna.

Estoy de acuerdo en que la sociedad capitalista moderna promueve hábitos que conducen a la obesidad.2 Pero esto ocurre solo si las familias son pasivas, y prefieren las soluciones fáciles a sacrificarse por sus hijos.

Si una familia tiene niños obesos, esto significa que existe la posibilidad de darles menos alimentos. Esto sería sano para ellos y ahorraría dinero para su educación. Por supuesto, actuar de esta forma es difícil, y muchos padres menos dedicados prefieren satisfacer las necesidades inmediatas de los niños, dándoles pan cuando lo piden, o comprándoles bebidas azucaradas. Otros padres, con el mismo ingreso, están dispuestos a soportar un mal rato con sus niños por el beneficio futuro de menor obesidad, y destinar los recursos a una mejor educación. Este sacrificio hay que valorarlo y premiarlo.

Manzana o hamburguesa
¿Cuántas manzanas se pueden comprar con una hamburguesa?

Y es eso lo que el gobierno quiere prohibir al eliminar el copago.

Notas

1. Además, como escribe Francisco Gallego en La Tercera, los padres que desean sacrificarse por sus hijos encontrarán otras formas de destinar recursos adicionales a su educación, si se prohibe el copago. Es lo que ocurre en Corea del Sur.

2  En realidad ni esto es tan cierto, porque conozco pocos shows de televisión en que se promueve la obesidad, y más bien las figuras ideales del espectáculo son delgadas,

 

Peña se equivoca

R. Fischer

«Cada vez que aumenta la libertad, disminuye la equidad,…»
(Helia Molina, Ministra de Salud)

 

Carlos Peña escribió una carta hoy en el Mercurio sobre la importancia de acabar con el copago. Según él, con eso se anula la diferencia de cuna. Creo que el rector de la UDP, con cuyos artículos normalmente estoy de acuerdo, yerra totalmente en su carta, así como en su columna del domingo pasado.1 La eliminación del copago aumentará la desigualdad de cuna. El motivo es simple, como lo señalé en un posteo reciente: los colegios con copago funcionan como un puente entre los colegios particulares pagados y los colegios gratuitos y al eliminarlos, las diferencias sociales aumentan.2

Carlos Peña
El rector Peña

En su carta, Carlos Peña señala que lo que desea evitar es que las diferencias en la renta familiar se reproduzcan en la escuela. Pero eso es un error  de escala: las diferencias sociales que importan no son aquellas entre niños que van a escuelas con copago y quienes van a colegios municipalizados, sino las diferencias entre niños que asisten a colegios que reciben subvención y los que asisten a colegios particulares pagados. Como no hay propuestas para eliminar estos últimos colegios, el efecto de eliminar el copago solo conduce a un aumento en la desigualdad de cuna relevante: la que hay entre quienes pueden pagar un colegio particular pagado y los demás.

 

 Preocupación de los padres y copago

La carta contiene otro error de análisis, que el rector Peña comparte con la Ministra de Salud citada en el epígrafe.3 Según la ministra, las personas de menores recursos no pueden elegir. Eso puede ser verdad en un país en que esas personas están cerca de morir de hambre, pero me parece menos válida en Chile, un país en que la obesidad infantil es un problema generalizado.

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Cuando hay recursos para McDonalds, hay recursos para un copago.

Aunque existen paquetes de pobreza extrema que efectivamente no tienen posibilidad de elección,  esos afectan solo a un 5% de la población y deben ser tratados con instrumentos especiales. La ubicuidad de la obesidad infantil implica que el resto de la población si tiene posibilidades de destinar recursos a la educación de sus hijos.  Los pocos casos que no pueden hacerlo no justifican introducir una medida que afecta al  85 – 90% de la población, quitándoles la posibilidad  de sacrificarse en favor de sus hijos.

Porque de eso se trata el copago: es un sacrificio voluntario de los padres en favor de sus hijos, reduciendo su ingreso de libre disponibilidad para destinarlo a mejorar la educación de éstos. Hay padres menos dedicados pueden gastar esos recursos de formas más gratificantes en el corto plazo, pero deberíamos aplaudir a quienes se esfuerzan por el bienestar de sus hijos y no eliminar la posibilidad de que lo hagan.

 

El copago ataca la desigualdad de cuna

Si realmente deseamos atacar la desigualdad heredada, algo con lo que concuerdo, lo que se requiere es aumentar los recursos público en educación, pero esto sin eliminar el copago. Se debe invertir en mejorar la calidad de los profesores (un problema enorme, pero que no podría cubrir en este artículo), y aumentar la subvención escolar, sin discriminar entre tipos de colegios. Estas medidas elevan el piso de la educación, reduciendo la desigualdad. También significaría crear una competencia real a la educación particular pagada, donde radica la diferencia de cuna que preocupa al rector Peña.

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¿Cuál esquema tiene más desigualdad: con o sin copago?

 

Para que este esquema funcione correctamente, debe existir un buen sistema de supervisión de la calidad, imparcial, y que asegure la confianza de los padres en un nivel de calidad mínima (mucho más alto que el actual) de los colegios, independientemente de su tipo.

 

 Conclusión

Ya tuvimos la experiencia de la PSU, que bajo el pretexto de ser un mecanismo para reducir las desigualdades, tuvo el efecto (totalmente predecible) contrario. Eliminar el copago está de moda en nuestra intelligentsia, pero es otro error que aumentará la desigualdad  en nuestra sociedad.4 Si se desea reducir la desigualdad de cuna, se debe mejorar la calidad de los profesores, aumentar los recursos destinados a subvenciones escolares, y preservar el copago.

 

 

Notas

1. En mi contabilidad personal de columnas de C. Peña, estimo que estoy en desacuerdo con un 20%, muy de acuerdo con un 30%,  hay un 20% que tiene ideas o argumentos notables y novedosos, y el resto responde a una comprensible falta de inspiración en alguien que debe idear un nuevo tema cada semana. Desde mi punto de vista, es el columnista más interesante de nuestra escena.

2. Se podría argumentar, como lo hizo mi coautor E. Engel, que se elimina el copago pero se elevan las subvenciones escolares y que eso reduciría las diferencias con el sistema particular pagado. Ese razonamiento olvida que las diferencias serían aún menores si se mantiene el copago al tiempo que se aumentan las subvenciones.

3. Otro punto raro de la carta de Carlos Peña es que escribe

«Hacer esfuerzos por transitar desde una sociedad contributiva (en la que uno recibe en educación, salud o pensiones tanto como aportó) a una sociedad en que algunos bienes básicos se independicen de esa contribución y dependan, en cambio, de la condición de miembro de la comunidad política, no es asegurar igualdad de resultados, sino evitar que la herencia se repita y la sombra de la cuna se extienda hacia toda la trayectoria vital de las personas.»

Pero esto, aunque suena bello,  es contradictorio. Si aseguramos exactamente lo mismo a todos en las dimensiones relevantes de la vida, estamos ante un caso de igualdad de resultados. Si, independientemente de nuestros esfuerzos, los resultados son los mismos en las dimensiones importantes de la vida (pensiones, salud, o educación), porque el gobierno se encarga de neutralizar todos las recompensas de los esfuerzos de las personas, que sentido tiene hacer sacrificios? En particular, si las personas reciben todas la misma pensión, independientemente de su contribución, estaríamos frente a un nuevo impuesto a las personas, y en tal caso, ¿porque no eliminamos las contribuciones y los reemplazamos por más impuestos?

Si, por el contrario, no se desea asegurar igualdad de resultados, sino de un piso mínimo que la sociedad asegura a sus miembros, la discusión es sobre cuál debería ser el nivel del piso mínimo. Pero esto no es lo que Peña escribe en su carta.

4. Es la misma intelligentsia  que envía a sus hijos a colegios particulares  o, queriendo ser más consistente, al Liceo Manuel de Salas, que  tiene un costo similar al de un colegio particular.

 

Una propuesta en transmisión eléctrica

R. Fischer

Hoy hubo un Panel de trabajo en transmisión eléctrica. La reunión fue en el antiguo Congreso Pleno, y estaba lleno de especialistas del sector eléctrico y supongo también de representantes del mundo ambiental.1 Esto demuestra la importancia que se le da a los problemas de transmisión eléctrica, ya que estamos en un estado crítico. Era imposible avanzar en el análisis de propuestas con tanta gente, así que me arranqué de vuelta a la oficina en el intermedio.

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Esta sala del Congreso estaba llena y había gente parada.

Sin embargo, mientas caminaba al Congreso se me ocurrió una idea que completa una propuesta inconclusa de la época del CADE, en 2011. La idea, que partió con una sugerencia de Alejandro Jadresic, es extender el mecanismo de Valor Presente de los Ingresos, que se ha utilizado para concesionar casi US$ 3.000 MM de carreteras, al sector de transmisión.

El problema en transmisión

Hay varios problemas en nuestro esquema de planificación y remuneración de la transmisión, pero uno de los principales es el conflicto que se produce entre inversiones que aprovechan las economías de escala y que dejan holguras para acomodar a entrantes al sector, con el costo que esto tiene para los actores ya instalados. Los generadores pagan la mayor parte de los costos de la transmisión troncal, por lo que aquellos generadores situados cerca de sus consumos no quieren ampliar un sistema que facilita la vida de sus competidores. Peor aún, deben pagar el costo total de la obra, hasta que la competencia se instale. Se entiende que, bajo al presión de las empresas instaladas, las expansiones del troncal hayan sido poco generosas.

Una alternativa con muchos proponentes, es estampillar el troncal, lo que simplifica el problema, pues es transparente que el costo lo pagan los usuarios, independientemente de a que generador le compran la energía y de la distancia entre generador y consumidor.2

El problema, según los que se oponen, es que se pierde la señal de distancia aumentando los costos de la red. Además, bajo ese esquema nadie se opone a que el troncal se expanda, porque el costo lo pagan consumidores que tienen dificultades para organizarse. Actualmente, generadores cuyas unidades están cerca de los centros de consumo representan un freno a la sobreinversión en el sector, porque eso les da ventaja contra las demás firmas. Por lo tanto con estampillado es fácil sobreinvertir, y terminar con una red cara y con holguras excesivas.

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La vecindad de la subestación Charrúa. Se observan varias líneas adicionales. Acaso la propuesta podría haber reducido el número de estas líneas (aunque no van a ERNC).

En el caso de las líneas adicionales, especialmente aquellas asociadas a proyectos de tipo ERNC (especialmente minihidro y geotermia), aparece un problema similar. Una posibilidad es que esos proyectos se conecten directamente al troncal,pero eso colmaría el paisaje de líneas ineficientes.

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¿Queremos que todo Chile se vea así? Es necesario pensar mejor las líneas adicionales.

Para evitar esto, se debe seguir la idea de la carretera eléctrica que definía líneas transversales con acceso abierto desde el troncal hacia las cuencas o valles donde se encuentran estas fuentes de energía.  Las unidades ERNC se conectarían con pequeñas líneas de inyección hacia estas líneas transversales. Una mayor capacidad de esas líneas transversales aprovecha las economías de escala, mejora el paisaje y reduce el costo y riesgo de invertir en ERNC. Pero ¿quién se hace cargo de los costos de la línea mientras aún no se ocupa toda su capacidad?

En el caso de las líneas transversales, me parece que el mecanismo de VPI usado en carreteras puede resolver el problema de holguras sin traspasarle el costo a los usuarios iniciales.

Un VPI para transmisión.

La idea es la siguiente. Se planifican las líneas de inyección transversales que mencioné más arriba tal como se haría ahora (o incluso de manera mejorada, si hay algún mejor esquema de planificación), e incluyendo las holguras para enfrentar las demandas futuras de capacidad.

Luego se hace una licitación de tipo valor presente de los ingresos (VPI) por la obra. En estas licitaciones, la empresa que hace la línea solicita un monto en valor presente (el VPI) que desea obtener a cambio de construir, operar y mantener la línea durante la concesión. Además, se establece un largo máximo de la concesión, por ejemplo 50 años. Además, se calculan los ingresos con los que se pagaría el VPI solicitado en, por ejemplo, 20 años. si la línea estuviera siendo usada a capacidad plena  (un valor predefinido menor a la capacidad máxima de transmisión).3

Es importante notar que los usuarios deben amortizar la línea y no solo una anualidad (pero ver más abajo). Las empresas que usan la línea pagarían a prorrata de su participación en esa capacidad plena. Esto significa que, en el caso de una línea transversal, la primera empresa que se conecta, solo paga una fracción del valor total anual y es solo a medida que se conectan más proyectos que la línea comienza a recibir el ingreso total anual. Una vez completado el VPI, el concesionario pierde la línea, que pasa a ser de los usuarios, en proporción a la fracción del valor total que han pagado.

Se relicita la línea (podría ser luego de una ampliación, si ello se cree necesario), para mantener la separación de la transmisión de la generación. Los ingresos que puede generar la relicitación los recibirían los generadores de acuerdo a su proporción de la propiedad. Los nuevos ingresos que genera la línea serían propiedad del ganador de la licitación, y el ciclo se repetiría.

Ventajas

El esquema tiene varias ventajas. Primero, se podrían diseñar las líneas transversales en forma eficiente, aprovechando las economías de escala y con holguras. Los primeros usuarios no tendrían que cargar con el costo de las holguras. El retraso en la entrada de otra generación que usaría la línea se acomodaría automáticamente, porque el largo de la concesión se extendería.

Segundo, al tener un plazo máximo de concesión, si el proyecto es demasiado holgado, nadie se presentaría a la licitación debido al temor de no poder recuperar todos los costos en el plazo máximo.

Tercero, si por algún motivo es necesario recomprar la línea, por ejemplo, por que es necesario ampliarla antes que se recupere todo el VPI, es posible calcular una compensación justa al propietario de la línea: es el monto que le falta por recibir, menos los costos de operación y mantención esperados. Se puede relicitar la línea, incluyendo la ampliación, y el nuevo licitante compensaría al licitante anterior con e valor de recompra definido.

Conclusión

Son estas ventajas las que han hecho que VPI sea usado en las licitaciones recientes de  infraestructura vial bajo concesiones. Ya hay más de USD 3.000MM de carreteras licitadas bajo este esquema.Parece razonable explorar esta idea en transmisión, ya que comparte varias características con la infraestructura vial (es una gran inversión hundida de larga duración, y se paga mediante un cobro a los usuarios).

Ruta 68
La Ruta 68 se licitó usando VPI.

He reflexionado si algo similar puede hacerse para las ampliaciones del troncal, y el problema en ese caso es que no hay una manera clara de asignar el uso de una línea o un elemento de la red de transmisión a ciertos usuarios. Esto lo diferencia de las líneas de inyección transversales, cuyos usuarios están totalmente identificados. Tal vez sea posible adaptar estas ideas al troncal, pero hay que encontrar una forma de asignar los costos a los usuarios que genere los incentivos económicos correctos .

Notas

1. Fue agradable reconocer tantas caras que no había visto desde mi tiempo en el Panel Eléctrico y el CADE.

2. Con estampillado se cobra a los usuarios una prorrata de los costos del sistema troncal de acuerdo a su uso de éste.

3. La tasa de interés utilizada para descontar los valores debería ser similar a la tasa libre de riesgo más un factor que de cuneta del riesgo del proyecto.

Oops, el Puente de Valdivia

R. Fischer

Luego del segundo problema con Azvi en dos años, debo confesar que mi análisis sobre el caso del proyecto La Serena-Vallenar parece erróneo. En ese caso, Azvi abandonó el proyecto luego de descubrir que su evaluación de costos había sido errónea, y el banco decidió no proveer financiamiento. La empresa –o su banco– perdió los US$ 10MM de la boleta de garantía de seriedad de las obras.

Mi argumento entonces fue que el castigo por no cumplimiento era la boleta de garantía y que si esto era considerado insuficiente, se podía aumentar su monto, hasta cubrir el costo social del retraso hasta designar a una nueva empresa para la concesión. Por lo tanto, no era necesario agregar otros castigos, tales  como excluir a la empresa de nuevos proyectos del sector público. Dado que el costo de la boleta de garantía recae sobre la empresa y su banco, éste último haría el due dilligence sobre la calidad del proyecto y de la empresa para realizar el proyecto.

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Puente de Caucau. Nótese la ubicación de la ciclovía y de la acera en la figura, mostrando que las secciones alzables están invertidas (Figura proviene de Emol).

El razonamiento no funcionó en el caso del Puente Caucau en Valdivia, en que la empresa nuevamente ha fallado en su proyecto, esta vez en forma espectacular. Pero no descubro errores en el razonamiento de mi posteo anterior. Por lo tanto me quedan tres alternativas: que el proyecto fue licitado antes de conocerse  el caso La Serena-Vallenar (por lo que el banco que otorgó financiamiento no tenía razón para dudar de Azvi), que el banco que le otorgó financiamiento a la empresa esperaba una renegociación ante cualquier problema técnico, por lo que no era necesario verificar la calidad técnica de la empresa, o que la incapacidad de la empresa supera las peores estimaciones de los bancos financistas.

A propósito ¿qué estaba haciendo el Inspector Fiscal del MOP mientras se montaban las estructuras al revés?

Problemas de la educación coreana (y chilena)

R. Fischer

Aparentemente, el problema es que hay demasiada educación. Según el Financial Times, el exceso de capital humano está teniendo un  creciente costo económica. El caso es que 7 de cada diez coreanos que terminan la enseñanza media ingresan a la universidad. Esto genera un desequilibrio entre la cantidad de trabajo calificado y de trabajo no calificado. El gobierno estima que sobran 50.000 graduados universitarios todos los años, y que faltan 30.000 trabajadores sin calificación o técnicos por año. Es por ello que la diferencia entre el ingreso de un universitario y el de un graduado de enseñanza media es de solo 33%, lo que probablemente no compensa los años no trabajados y los costos de la educación universitaria.

El costo para la sociedad es elevado. Primero, el desequilibrio en la cantidad de profesionales y de técnicos y otros trabajadores. Segundo, el costo para la sociedad de mantener a tantos estudiantes que no trabajan. Tercero,  el costo para las familias ha reducido la fertilidad, que ahora es de solo 1.2 por mujer en edad fértil. Cuarto, el costo directo para las familias de pagar la educación. El costo promedio de la universidad es de más del 25% del salario anual promedio –y aparentemente sin becas ni préstamos subsidiados–.

Además, para prepararse para los exámenes, los estudiantes, incluso muy jóvenes– van a cursos vespertinos después del colegio. A diferencia del colegio, que es gratuito, estos cursos son pagados y caros, representando un costo total anual de 1.63% del PGB., lo que ha aumentado la deuda de los hogares.1 No olvidemos lo estresante de la educación coreana, con mucho bullying, estudiantes que tienen poco tiempo para si mismos pues estudian muchas horas. Por último, enfrentan un ambiente académico muy competitivo y presionado por los padres. Eso explica la alta tasa de suicidios en los jóvenes.

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Actores del drama de TV coreana: School 2013.

Lecciones del caso coreano

Tal como en Chile, tener un título universitario es prestigioso, una de las razones que explican la aparente irracionalidad del comportamiento coreano. 2 También en Chile, el número de estudiantes universitarios representa una fracción mayoritaria de los estudiantes de la cohorte en edad de estudiar.  Esto ocurre cuando todavía tiene un costo estudiar en la universidad: ¿que pasará cuando se eliminen la señal económica que proporciona el costo de los estudios universitarios? Imagino que el costo para la sociedad será mayor que en Corea, que al menos enfrenta esos costos.

La gran confusión

Creo que el problema de la sobreeducación universitaria  tiene su origen en una confusión sobre lo que significa educarse. Se confunde la educación y la cultura como un bien en si mismo con la educación que tiene un objetivo económico: educación para el trabajo posterior.  Lo primero produce un valor en el sentido de permitir comprender el mundo, apreciar la belleza de una creación artística o entender un argumento filosófico. Es una educación que produce una vida más rica y completa.

El segundo tipo de educación tiene un objetivo más utilitario: se trata de educar para el mundo laboral, como lo es el título profesional. Es un objetivo positivo, pero completamente distinto del primero. El problema es que los argumentos en educación mezclan a menudo ambos tipos de educación, tal vez porque en los países anglosajones la educación en los colleges tiene un objetivo hacia liberal arts  en sus primeros dos años,

Como la educación profesional tiene beneficios casi puramente privados, es un ámbito en que se deberían dejar actuar las señales económicas, y evitar la educación gratuita (aunque es razonable disponer de créditos subsidiados para personas de menores ingresos, con el objetivo de igualar oportunidades). Debido a su carácter utilitario, una vez que haya una sobreoferta de profesionales, el sistema debería ajustarse, si es que los estudiantes perciben las señales económicas, y dejarían de demandar la universidad, prefiriendo algunos carreras de tipo técnico.

Al establecer la separación en estas dos categorías, estoy suponiendo que el primer tipo de educación crea externalidades positivas. Personas más cultas demandan y aprecian las arte,  el conocimiento científico y el pensamiento, valores que estimamos positivos en nuestra sociedad. Creo que eso justifica subsidiar programas de educación en artes liberales.

Lo interesante de este segundo tipo de educación es que como es valorada por si misma, no requiere que solo se entregue mediante estudios universitarios. Las municipalidades y otras instituciones pueden hacerlo (y lo hacen en pequeña escala) o tal vez incluso en talleres de escritura, o de arte. Bajo este criterio, deberían aumentar los subsidios a museos, galerías de arte, y los recursos destinados a bibliotecas y otras instituciones culturales. Además, personas que no han tenido estudios universitarios profesionales pueden tener acceso a estos programas, por lo que el hecho de no haber ido a la universidad no debería limitar el conocimiento en liberal arts. Creo que nuestra sociedad sería más rica en todos los sentidos si destináramos más recursos en esta dirección, subsidiando menos los estudios profesionales.

Notas:

1. Para tener una idea de la magnitud de ese gasto, en Chile correspondería a unos US$ 4 mil millones, y algo más de la mitad de lo gastado en educación primaria y secundaria.

2. Pese a esta similitud, la educación –independientemente de un título– es un valor más importante en la cultura coreana de lo que lo es en la nuestra.

Más sobre el crecimiento en China, y lo que significa para Chile

R. Fischer

Hace poco escribí un comentario sobre un artículo de Krugman que analizaba los problemas que enfrenta china debido a su exceso de inversión. Según Krugman, en China han comenzado a subir los precios del factor trabajo, por lo que no se puede continuar con la política de promover la inversión y es necesario rebalancear la economía hacia más consumo. Según Krugman,  esto podría ser difícil, y en tal caso el mundo está en problemas.

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Shanghai Tower

En un articulo hoy en el Financial Times, Yukon Huang afirma que Krugman está equivocado, Según el autor, China está siguiendo la estrategia de Japón, Taiwan y Corea para evitar la «Trampa de los Ingresos Medios» que ha afectado a los países latinoamericanos y les ha impedido alcanzar el desarrollo. También esos países asiáticos comprimieron el consumo hasta que alcanzaron altos niveles de ingreso y solo entonces rebalancearon sus economías hacia más consumo.

Dado un rápido crecimiento generado por altas tasas de inversión y ahorro en el trío de países asiáticos, las personas percibían un aumento en su bienestar pese a que solo percibían una fracción pequeña de los frutos del crecimiento, y no estaban descontentas. Solo más tarde se relajaron las restricciones y se permitió que los ciudadanos pudieran recibir una fracción mayor del producto nacional. Es una explicación del desarrollo de esos países que me parece razonable. Sin embargo, me pregunto si el mundo tiene la capacidad de absorber la producción de una China que sigue ahorrando a tasas tan elevadas, ya que China es mucho mayor que Japón.

¿Porqué no podemos usar esta estrategia de crecimiento en América Latina? Creo que la dificultad es que debido a nuestra abundancia de recursos naturales, la distribución de riqueza es mucho más desigual. Por lo mismo, las presiones redistributivas son mayores, y esto significa consumir más y por lo tanto rebalancear nuestras economías demasiado temprano, con lo que la fase de crecimiento rápido se detiene. Es lo que está pasando ahora en Chile.1

MineraEscondida
Minera Escondida

¿Y porqué no nacionalizar los recursos naturales para así reducir la desigualdad? Ahí los problemas de incentivos asoman su cabeza: una economía con muchas empresas de recursos naturales estatales –especialmente en democracia– va a ser ineficiente,  por lo tanto también crecerá menos. Nuevamente, no salimos de la trampa de ingresos medios.

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Desigualdad de ingresos

Creo que hay solo dos posibilidades para un país como Chile. La primera es que los líderes políticos del próximo gobierno le mientan a la población y retrasen el proceso redistributivo que han prometido por una media década. Es el tiempo necesario para que Chile alcance el umbral de ingresos de un países desarrollado, a tasas de crecimiento similares a las actuales.

Alternativamente, el gobierno podría usar la misma política, pero siendo sincero: y convenciendo al país que el desarrollo implica una alta tasa de ahorros y que la redistribución solo podrá tener lugar en los mismos cinco años. Prefiero esta alternativa, pero ¿osaría algún gobierno hacerlo? De otra forma, es posible que sigamos en la trampa de ingresos medios por mucho tiempo  con el costo que eso significa para el futuro.

Nota:

1. El FUT, por ejemplo, es un fuerte incentivo al ahorro y la inversión. Eliminarlo significa crecer menos en el largo plazo y por lo tanto contribuye a la Trampa de los Ingresos Medios. Una alternativa es la de A. Velasco: eliminar la distorsión que significa ser un préstamo sin interés del Fisco que tiene el FUT actual, cobrando por el préstamo implícito que contiene. Pero lo que China tiene (y Japón, Corea y Taiwan tenían) son subsidios aún más importantes a la inversión. Es decir si se quiere seguir la estratega de esos países debería mantenerse algo como el FUT –eliminando los trucos por los que el FUT permite consumir sin pagar impuestos–.