No tengo mucha idea sobre derecho internacional, pero durante los años del juicio conseguí llegar a algunas conclusiones sobre los derechos de Chile en la disputa. La columna de La Tercera de hoy de Alvaro Vargas Llosa coincide con mi op’inión, pero además me ayudó a entender el sentido del Fallo.
La pretensión peruana ante La Haya
Según Vargas Llosa, el Derecho claramente estaba del lado de Chile, ya que los documentos/acuerdos/declaraciones/o lo que sean del ’47,’52 y especialmente del ’54 le dan a Chile derecho a las fronteras que tenía hasta el día del Fallo. Las del ’47 y ’52 reclaman derechos hasta las 200 millas y la del ’54 dice que para efectos de la pesca, el límite es el paralelo.1 Esto solo es consistente si –como lo deduce Vargas Llosa– las fronteras que tenía Chile eran las correctas.
La explicación de Vargas Llosa
Vargas Llosa explica cómo, pese a estos antecedentes, el Tribunal pudo llegar a su decisión de hacer que el límite marítimo estaba en el paralelo, pero solo hasta las 80 millas, y además sin usar violencia excesiva contra los antecedentes jurídicos. Para ello, la Corte tuvo que reducir el nivel de los documentos/acuerdos/declaraciones/ del ’47 y ’52, restándole validez jurídica. Según la Corte, el único documento totalmente válido era el tratado de pesca del ’54, el que en aquella época, solo se aplicaría hasta las 80 millas. Más afuera no habían indicios de que se pescara en la época. ¿Y porqué la Corte no se guío por el sentido de los documentos del ’47 y ’52 que fueron firmados por las partes? Según Vargas Llosa, porque:
«No sólo se trata, al fin y al cabo, del tribunal de Naciones Unidas: también de una concentración de mentes sofisticadas que no pierden de vista valores como la paz (así se llama su palacio) y la armonía entre los países. Quiere decir que para ellos la razón jurídica procurará no lesionar la razón moral o histórica excesivamente en la medida en que la documentación permita el ejercicio de una imaginación compensatoria y actuar con sentido de equidad.»
y sigue explicando porqué se había equivocado en su análisis previo, en que había opinado que Perú no recibiría nada:
«Yo había estimado que el tribunal pasaría por alto la falta de detalles porque se conformaría con el espíritu de los textos y las minutas de las reuniones para llenar los vacíos. Fue al revés. Esos vacíos permitieron un acto de arbitrariedad que fue también una genialidad jurídica: determinar que la frontera del paralelo acordada llegaba hasta las 80 millas, lo bastante lejos como para dejar en manos de Chile la inmensa mayoría de la riqueza hidrobiológica existente (los peces que estaban más allá han emigrado) y lo bastante cerca como para otorgarle al Perú un área con muchos kilómetros cuadrados y una alegría compensatoria.»
Decisión de la Corte de la Haya
Como lo señala Axel Buchheister, el Fallo no es un fallo en derecho. Pero Buchheister olvida que la Corte responde a una visión más amplia de sus objetivos, cuando estos no rompe en demasía con los antecedentes legales. Desde el punto de vista Chileno, el área que perdimos no era un activo valioso, salvo para nuestro nacionalismo (que no deja de ser importante como motivo), pero para los peruanos ganar algo en la Corte era vital para superar –al menos parcialmente– traumas de hace más de un siglo.
Conclusión
El Fallo fue solo mayoritario (con el Presidente de la Corte en contra), lo que indicaría que la decisión estuvo cercana a usar violencia excesiva contra los antecedentes en Derecho. En mi interpretación, esto significa que Bolivia tiene muy pocas esperanzas en La Haya, porque darle la razón significaría violar directamente acuerdos de límites explícitos que no contienen ambigüedades (el derecho de las 200 millas marítimas era una innovación en la época, pero los acuerdos de límites con Bolivia corresponden a territorios terrestres, en los que había mucha experiencia cuando se aprobaron). La Corte perdería toda su reputación y nadie más la utilizaría si ignorara los antecedentes de Derecho, sin ambages. En el caso con Perú, los espacios que tenían los acuerdos del ’47 y ’52 le permitieron a la mayoría de la Corte ignorar la evidente intención de los documentos.
Notas:
1. Acuerdos posteriores de implementación dan origen al hito 1 para facilitar la determinación del límite.
Corea tiene la mayor tasa de suicidios de la OECD con 28.1 por cada 100.000 personas, es decir una caída del 10% respecto al año pasado. Las tasas más bajas son las de Grecia, México e Italia. En particular, Grecia tiene un décimo de la tasa de suicidios de Corea. Tal vez las cifras aumenten luego de la crisis en ese país.
Tasas de suicidio por genero, por 100.000 personas, año 2009.
Para mi sorpresa,, Chile es un país con una tasa relativamente alta, explicada porque los hombres tienen una tasa de suicidios muy alta (18.5%) que cuadruplica la tasa de suicidios en las mujeres (4.1%). Además. después de Corea (153% de aumento), somos el país en que más ha aumentado la tasas de suicidios en el período 1995-2009, con un crecimiento de 55% en el número de suicidios.
En Corea, según el Financial Times, la explicación tiene dos aristas: por una parte, están los ancianos que durante la época de crecimiento acelerado recibieron sueldos bajos porque el plan de desarrollo enfatizaba destinar los fondos hacia la inversión en las empresas. Por lo tanto, estos ancianos no pudieron acumular recursos para la jubilación, y como se ha debilitado la tradición (proveniente de Confucio) que obligaba a los hijos a mantener a sus padres, la situación en su vejez puede ser de indigencia. Por su parte, los jóvenes se suicidan a tasas altas, aparentemente debido a lo fieramente competitivo que es el sistema educacional coreano, y la presión para triunfar.
En nuestro caso, no me queda claro cuál puede ser la razón para el alto número de suicidios. En las mujeres la tasa es un 20% menor que el promedio de la OECD, pero en los hombres es levemente superior. ¿Será efectivo que tenemos una alta tasa de depresión? En el pasado he dudado de los rankings internacionales de diagnósticos sicológicos, por las dificultades de comparación entre países. Las cifras de suicidios me hacen dudar de mi incredulidad.
Hace dos años hice un enlace a una páginas que describían un nuevo tipo de trasplante para ayudar a personas con problemas en su sistema intestinal. Estos trasplantes reemplazan la flora bacteriana de los enfermos por la flora de personas sanas.El artículo señalaba que los resultados del nuevo tratamiento eran espectaculares y que los pacientes, aquejadas por problemas digestivos crónicos que les impedían llevar una vida normal, podían sanar en menos de un día.
El procedimiento cae, me parece, en la categoría de medicina natural. Se trata de un trasplante de caca (o para ser más elegante, de heces) de una persona sana. Esta caca (100 a 400 cm3, es decir, ¡ puede llegar hasta casi medio litro!) debe ser introducida en el cuerpo del enfermo. Originalmente el tratamiento era por vía oral, pero ahora se prefiere, por razones evidentes, hacerlo por vía colon. Es un tratamiento con cierta historia, y se han seguido a pacientes por nueve años y los efectos benéficos continúan. El Mercurio de hoy trae la buena noticia que este tratamiento ha comenzado a usarse en Chile.
Nuestro cuerpo tiene muchas más bacterias que células, y la mayor parte del ADN en nuestro interior no nos pertenece, sino que es de las bacterias. Somos lo que se denomina un biome, y contenemos una pequeña ecología de bacterias. Una persona sana tiene una ecología en que las múltiples bacterias controlan sus efectos sobre las personas. Diversos motivos, por ejemplo un tratamiento con antibióticos, pueden alterar el equilibrio original, y la flora puede contener un exceso de tipos bacterianos nocivos y que persisten, a menos que sean desplazados por otras bacterias. Y para eso hay que introducir bacterias normales desde el exterior. La mejor manera de hacerlo es mediante las heces de una persona sana, pues ellas contienen enormes cantidades de bacterias.
Imagino que es un tratamiento de bajo costo, porque el insumo médico es gratuito.