R. Fischer
Estuve hace poco en Perú y noté que usaban la bocina bastante más que en Chile. Aquí la bocina no se escucha a menudo, y en un viaje de media hora es posible no escuchar ninguna. En India, que visité hace algunos años, los bocinazos son continuos, y mi taxista me explicaba que los automóviles en India tiene bocinas adaptadas a sus condiciones de uso. En el otro extremo, en Alemania es casi imposible escuchar una bocina.

Así que tal vez se pueda medir el desarrollo de un país en bocinazos por minuto.