Ronald Fischer
Muchos de los comentarios que recibió la columna sobre los (relativamente limitados) peligros de la energía nuclear me hicieron recordar el Diccionario de las ideas recibidas en el apéndice de Bouvard y Pecuchet. Las ideas recibidas (diríamos clichés) son un mecanismo de economía cerebral: para evitar el esfuerzo de pensar, leer e investigar sobre un tema. Es una respuesta evolutiva, ya que desde el punto de vista energético, es más eficiente usar una respuesta automática que pensar.
Entre algunos de los ejemplos de Flaubert, solo en la letra s:
Veamos algunos de los comentarios al artículo, posteadas en el blog de El Mercurio
Podría seguir, pero es clara la similitud entre las ideas recibidas que describe Flaubert y las de estos comentaristas.
Agregado: El articulo de Montbiot llega a las mismas conclusiones sobre la energía nuclear en The Guardian. Los comentarios son –en general– de mejor calidad