Martin Wolf escribe sobre los extraños resultados de la política económica china. Los chinos reclaman contra las políticas americanas y su déficit, pero olvidan que ese déficit es la contrapartida de sus exportaciones. Debido a que las importaciones americanas son la diferencia entre la producción y el consumo más inversión de Estados Unidos, si se reduce el consumo de gobierno y por lo tanto el déficit del presupuesto, también se reducen las importaciones desde China.
Peor aún, la política económica china ha llevado a que es país tenga reservas de dólares equivalentes a unos $2.000 por habitante. Pero el mercantilismo chino tiene como resultado que eventualmente esas reservas caerán de precio en términos del renmimbi, porque la única manera que los norteamericanos pueden competir es depreciando su moneda. El resultado final es que los pobres chinos van a haber trabajado y exportado a cambio de dólares que cada vez valdrán menos.
Lo que se requiere, para no aumentar el costo futuro para China, es una apreciación del rembimbi y más consumo doméstico en China. Recordemos que en China el consumo es menor que la inversión, un fenómeno curioso.
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