R. Fischer
El Mercurio trae una entrevista a Pablo Alcalde, ex Presidente y ex Gerente General –por diez años– de La Polar. En otras ocasiones he indicado que en casos de este tipo la única alternativa es que los altos ejecutivos sean incompetentes o que sean participes de fraude. En la entrevista el Sr. Alcalde demuestra que no es tonto, porque ante la pregunta:
«-¿Qué tipo de responsabilidad asume usted como director y ex presidente de La Polar?»
responde:
«Voy a contestar en dos palabras: puedo ser estúpido pero no delincuente.»
Esto lo puede salvar de las responsabilidades penales por fraude, pero no, como escribe Carlos Peña hoy, de sus obligaciones fiduciarias como Director de La Polar. Para que decir de sus responsabilidades como Gerente General durante diez años.