El artículo de Tejeda sobre las tomas

R. Fischer

Luego de la toma, ha estado circulando por la Facultad la referencia un artículo de Juan Guillermo Tejeda sobre las tomas. No conocía a Tejeda, y evidentemente es una persona de izquierda que apoya al movimiento estudiantil, y que escribe bien, independientemente de la posición política del lector. Tejeda se queja de lo antidemocrático que es el sistema de tomarse un espacio de carácter público impidiendo su uso para los demás. También muestra las facetas menos agraciadas de la toma y en general de las democracias populares:

«Y me refiero a las democracias populares, a las repúblicas populares, o sea países que son o fueron comunistas, porque muchos de los mecanismos operativos de la universidad en toma están calcados de allí: marchas, asambleas, plebiscitos, declaraciones colectivas, todo un movimiento que en la parte frontal se despliega como una magnífica movilización en contra de los poderosos de siempre, y que en la periferia o en los detalles traseros deja ver unos dispositivos menos gratos: control de puertas, compadres enojados, funas, tendencia a la opinión única, autogestión en los asuntos de orden público, capuchas, barricadas, desolación de los espacios, fortalecimiento de una nueva autoridad que sin dar mucho la cara va tomando el lugar de la anterior. La toma es un poco injusta –reconocen algunos estudiantes con las pupilas encendidas– pero es la única manera de que el poder nos escuche.»

La mecánica es similar con la de los países socialistas (o «democracias populares», que abuso de lenguaje) del pasado. Tejeda observa el carácter de sistemas policiales, sin democracia, donde la propaganda y el control es lo único que interesa, olvidándose de la viabilidad económica y de la búsqueda de la verdad:

«En las universidades populares que reemplazan hoy a las universidades públicas los carabineros no entran, y donde los carabineros no llegan florece naturalmente la capucha. No existe jamás un espacio sin alguien o algo a cargo del garrote, el cual se administra más o menos conforme a la ley o si no de cualquier manera, arbitrariamente.»

«Del mismo modo que las repúblicas populares en su tiempo, las universidades populares se cuidan ante todo de controlar la puerta, el recinto y el calendario de actividades, o sea un poco el ministerio del Interior, el dispositivo de seguridad. Respecto de la economía, y siguiendo también a ese tipo de países, da un poco igual. Y lo académico, bueno, eso siempre es conversable.»

Tejeda concuerda que el resultado será la decadencia de las universidades estatales, y que los que contribuyeron a que el movimiento, inicialmente legítimo, metastatizara a su expresión actual, son responsables.

Tal vez lo más interesante de la columna son los comentarios, pues muchos consisten en ataques ad hominem, la mayoría sin intención de analizar el artículo, sino con el fin de apabullar, avergonzar y acallar por el temor a otros que, siendo inicialmente partidarios del movimiento estudiantil, piensen de la misma forma que el Sr. Tejeda. El moderador ha retirado un gran número de comentarios insultantes, pero entre los que sobreviven se pueden observar los siguientes en los primeros 30 comentarios (sin considerar los censurados):

  • «si anhelas una universidad facha ,hay varias ,puedes escoger ,pero han habido elecciones ,…»
  • «El típico sermón del socialista arrepentido que reduce todo a su experiencia en las dictaduras de Europa del este. […] O es que el cinismo del pequeno burgués solo le interesa sus metros cuadrados de su palacete de egoísmo y de artista egocéntrico?? Pero lo comío y lo bailao en europa del este no te lo quita nadie.»
  • «…su relato Sr., Tejeda nace desde el miedo y de la frustracion por no pertenecer a esta generacion que de verdad esta exigiendo cambios reales.»
  • «Las ratas pequeñoburguesas empiezan a asustarse de la radicalidad de las luchas. Prefieren las peleítas de utilería, la disputa por unas chauchas más o menos. «
  • «Al leer su columna, me pareció estar leyendo LOS AÑOS VERDE OLIVO de Roberto Ampuero, osea ni de allá ni de acá…. quizo pero no fue…[…] A usted le vendría bien una U. del Desarrollo.»

En todo caso, es admirable la valentía del Sr. Tejeda que, por experiencia personal, debía saber que las ofensas lloverían.