R. Fischer
Como no todo es reclamar contra los dirigentes estudiantiles, ni evaluar temas económicos, un artículo sobre un parásito que manipula a su anfitrión. Como escribe el autor del artículo, para el parásito, el pescadito es poco más que un taxi para llevarlo al lugar más conveniente para pasar a la próxima etapa de su vida en las mejores condiciones posibles.
La foto muestra cuán hinchado termina el pobre pescadito, antes de ser comido por un ave, el destino final del parásito. El pobre pescadito tiene una cara algo triste.