¿Colusión en supermercados?

R. Fischer

La Fiscalía Nacional Económica presentó una denuncia por colusión en el mercado de los pollos contra las principales cadenas de supermercados. A diferencia  de otros casos como el de los pollos, buses interurbanos, asfalto y papel tissue, me parece un caso bastante más dudoso, aunque por supuesto, la Fiscalía puede tener información que no ha revelado aún.

Todas las comunicaciones que revela la acusación son entre empleados de las cadenas y empleados de sus proveedores (es decir, son comunicaciones verticales). La Fiscalía no presenta casos de comunicaciones directas entre empleados de las cadenas (es decir comunicaciones horizontales). Es posible que las relaciones verticales ayuden a mantener un cartel, como en el caso de las farmacias, en que los laboratorios servían como fiscalizadores del acuerdo entre las farmacias. Pero en ese caso había un acuerdo previo entre las farmacias, que aquí no está presente.

Test3Crop
Estructura vertical

El principal problema del caso de la Fiscalía es conceptual y económico. A los supermercados no les conviene coludirse si el mercado de los pollos ya está cartelizado. En la figura se muestran dos etapas de un proceso productivo: un productor (por ejemplo de pollos) y un distribuidor (una cadena de supermercados).  El productor de pollos tiene costos c y vende al precio mayorista p_w; a su vez el distribuidor vende al precio al detalle p.

En el caso en que los productores  de pollos están coludidos, el precio mayorista p_w es un precio colusivo que se determina en parte, por el comportamiento de los distribuidores, que varía según el grado de competencia de las cadenas de supermercados.

Las mayores utilidades del cartel de los  pollos ocurren cuando los supermercados se comportan como si estuvieran en competencia. Mientras menos competitivo sea el mercado de los supermercados, menos utilidades tendrá el sistema conjunto de productores y supermercados. En particular, cuando ambos están coludidos y actúan como monopolios, los precios terminan siendo tan elevados y la demanda cae tanto, que las utilidades conjuntas son mucho menores que con un monopolio en solo una de las etapas. Es la denominada «cadena de monopolios», que es mala para los coludidos y los consumidores.

Este razonamiento indica que, dado que los productores de pollos estaban coludidos, sería un error de los supermercados coludirse en ese mercado. Es más raro aún cuando las comunicaciones para el supuesto cartel de supermercados son a través de los productores, los más interesados en que haya competencia entre los supermercados.

Una interpretación tentativa

Aparentemente los supermercados colaboraron con el acuerdo colusivo, siendo pasivos ante la falta de competencia entre los productores y rigiéndose por reglas tácitas, tales como no vender a menos que el precio de lista del cartel más el IVA. De esa forma, los supermercados podían participar en las rentas del negocio colusivo de los fabricantes de pollos.

Bajo ese esquema, los supermercados venderían los pollos a precios superiores o iguales al precio de lista (más IVA) de los productores. El precio a los consumidores sería el precio de monopolio de los pollos más los costos de los supermercados. Es como si la etapa de supermercados fuera competitiva.

COLUSIÓN-SUPERMERCADOS
El beneficio para las cadenas de supermercados proviene de participar en las rentas de la colusión de los pollos, y no de formar un cartel entre ellas.

¿Dónde entonces estaban los beneficios de los supermercados? No es creíble que las cadenas compren a precio de lista. Los precios efectivos son producto de una negociación entre las partes, en que las cadenas obtienen descuentos. Pero esos descuentos no se trasladan a los consumidores, pues el precio de venta mínimo es el precio de lista más IVA. Así obtienen parte de las rentas de la colusión de los pollos, y las rentas colusivas son lo más altas posibles porque los supermercados se comportan como si fueran competitivos.

¿Qué hacer?

¿Cómo denominar ese tipo de conductas? Es claro que no favorecen la competencia, pero tampoco representan colusión de supermercados, pues no intentan elevar los precios por sobre el precio colusivo de los pollos más los costos propios de los supermercados.

Eso si, las cadenas se benefician del cartel, porque comparten las rentas. La pregunta aparece: si los actores coludidos son condenados a compensar a sus clientes, ¿no alegarían ellos que parte de la compensación la deben realizar los supermercados?

supermercados-colusion-memes-2

Tal vez ahí está la solución a la falta de incentivos de los supermercados para hacer competir a los productores coludidos. Las cadenas podrían ser responsables de compensar a los afectados por la colusión de los pollos en aquella parte de la renta del cartel que recibieron por su colaboración. Esto haría que las cadenas sean contrarias a los acuerdos entre proveedores, y en todo caso, el riesgo de participar en la compensación haría que fueran renuentes a colaborar con estos acuerdos.

Competencia en el sector supermercados

¿Qué hubiera pasado si los supermercados fueran efectivamente competitivos, por ejemplo, con más participantes? De acuerdo al razonamiento anterior, es probable que nada hubiera cambiado desde el punto de vista de los consumidores.

El cartel de los pollos les ofrecería un precio de lista monopólico no negociable, porque los supermercados no tendrían poder de mercado en este escenario de supermercados muy competitivos. A este valor mayorista, los supermercados le agregarían sus costos de distribución y se obtendría el mismo precio al consumidor que en el caso anterior. Los consumidores no observarían nada distinto.  La única diferencia es que en este caso el cartel de los pollos obtendría todas las rentas de su actuación conjunta, no dejando nada para los supermercados.

Otros mercados

La Fiscalía menciona correos del mismo carácter en otros sectores. Si hay mercados competitivos en otros productos, y se usara a los proveedores para coordinar a los supermercados, tal vez habría indicios de comportamiento colusivo entre supermercados. La razón es que, si el mercado de los proveedores es competitivo, ya no es válido el argumento de que las cadenas de supermercados no aumentan sus rentas si se coluden. Con proveedores competitivos, a las cadenas aumentan sus utilidades si se coluden y no son detectados.

El problema de la Fiscalía es que no son convincentes los correos que presentó como evidencia de comportamiento sospechoso en otros mercados. Son exactamente las quejas que tendría una cadena de supermercados que compite, si detecta que un rival tiene precios más bajos. Sería raro que un distribuidor –de cualquier tipo– no esté constantemente revisando los precios de sus rivales e intentando presionar a su proveedor para que le ofrezca iguales o mejores condiciones.

Conclusión

Aparentemente, este no sería un caso de cartel de supermercados, sino de colaboración, al menos tácita, con el cartel de los pollos. Hay argumentos económicos para esta afirmación, y la pregunta que resta es que se debe hacer en estos casos. Una posibilidad es que participen en la indemnización a los consumidores. Esto provee fuertes incentivos a no colaborar con carteles de proveedores.

 

 

Autor: variacioncompensada

Profesor, CEA-DII, U. de Chile.

Un comentario en “¿Colusión en supermercados?”

  1. Creo que los productores de pollo le tenían miedo a los súper mercados, estos son tan poderosos, que si los pollitos no les dejaban rentas suficientes, en el largo plazo podrían haber hecho actividades para cambiar los hábitos alimenticios de los consumidores.
    Por ejemplo hacer campañas explicando que el jurel es más sano.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: