El exceso de liquidez mundial sigue creando problemas. Debido a las bajas rentabilidades, los inversionistas estánn dispuesto a arriesgarse para obtener retornos algo mayores. Según el Financial Times, esto ha sido una bonanza para los junk bonds (bonos de empresas de no muy buena calidad financiera –BBB o menos– de acuerdo a las credit rating agencies) . La emisión de estos bonos ya supera los US$177 billones, lo que augura un año record.
No solo eso, sino que además han comenzado a aparecer los intrumentos exóticos que caracterizan las burbujas. Odebrecht, la empresa de construcción de Brasil, acaba de emitir US$ 250 millones de consols al 7.5%. Un consol es un instrumento de deuda eterno, que no repaga el capital. Por su parte, una empresa de Singapur se endeudó en US$ 600 millones para ofrecer un dividendo generoso a sus accionistas.
Lo usual es que luego de estos comportamientos, la burbuja se desinfla. ¿Es acaso un anuncio del fin del auge actual de los Brics? Ya han comenzado a subir los spreads de estos instrumentos.