Una de las cosas que han sorprendido a los analistas económicos internacionales es la rapidez con la que el país ha salido de los problemas del terremoto. El caso del Puerto de Coronel es un ejemplo. Buena parte del terminal no sufrió daños porque tenían instalados aisladores sísmicos (una inversión extremadamente rentable), y el resto comenzó a ser reparado a los pocos días. El año no será bueno, porque la capacidad y la conectividad cayeron, pero para ser un puerto en la zona más afectada pro el terremoto, esto es notable y explica la sorpresa de los analistas.
Otra noticia relevante es el rápido aumento del tamaño de las naves que arriban a Chile, ya que ahora son comunes las naves de 318 metros capaces de portar 6.300 contenedores, contra los tres mil de hace pocos años.