La Fiscalía Nacional Económica (FNE) ha solicitado una multa de aproximadamente US$13 millones a Whirlpool, por colusión en el mercado de compresores utilizados en refrigeradores. El artículo de La Tercera da información adicional sobre este caso. Considerando que se importan aparentemente 400.000 compresores anuales, y que el precio aumentó en US12 desde 2004, el mayor costo para los productores nacionales de refrigeradores es de unos US$5 millones este año, si todo el aumento de costo puede acharcase al cartel.
En el caso de Chile, las firmas que operan en Brasil –el origen de los compresores utilizados por las empresas productoras de refrigeradores nacionales– y que son relevantes son Whirlpool y Tecumseh. Tecumseh confesó ante la FNE, por lo que la solicitud la exime de responsabilidad y no se pedirá una multa.
Según la solicitud, habría un cartel global del mercado de compresores que opera al menos desde 2004. Debido a que los compresores usados en refrigeradores son productos diferenciados, ponerse de acuerdo las alzas se hacían por categorías de productos y en porcentajes. Para ello, equipos geerenciales y jurídicos de las distintas empresas se reunían en lugares secretos (hay que leer la denuncia de la FNE, porque la evidencia que muestra es increíble).
Hay varios temas interesantes en este caso.
Primero, la investigación no partíó en Chile, sino que nos llegó de rebote. Según algunas comunicaciones recogidas en la denuncia, el cartel puede haber estado operando por más de doce años, y los mensajes mencionan que no es el único sector industrial en que esto ocurre. Además, los mensajes incluyen frases para apaciguar las conciencias de los involucrados como: esto no afecta a los usuarios, estamos haciéndolo para poder sobrevivir, estamos reflejando los aumentos de costos, etc. Va a ser interesante observar el monto de los castigos en otros países.
Segundo, la delación compensada induce una carrera entre las empresas para confesar, una vez que en algún país hay la posibilidad de que se descubra la colusión. Por lo tanto, a la FNE toda la información para su denuncia que necesita le llega de regalo.
Tercero, la delación compensada es muy efectiva, ya que probablemente la FNE no tenía ni siquiera una investigación en curso cuando les llegó la información casi lista para usarse en la denuncia. Es tan efectiva la delación compensada que hay a quiénes les preocupa que pueda usarse por algunas empresas para ponerle una trampa a la competencia. Pero es difícil falsear la acusación, porque se requiere presentar evidencia firme. Una de las ventajas de la delación compensada es que disuade los carteles: las empresas invitadas a participar en un acuerdo temen ser traicionada por las demás.
Cuarto, el mayor costo de los compresores dejaba en desventaja a la industria nacional, que debía competir con competidores integrados Coreanos que aparentemente no participaban en el acuerdo. Los Coreanos tal vez han escarmentado luego de algunos castigos enormes a sus empresas (que operan en varios sectores, algunos de los cuales han tenido multas enormes). Igual les conviene la cartelización de los productores de un insumo básico para sus competidores nacionales, porque les da una ventaja de costos.
Quinto, es probable que el cartel haya alentado la entrada de firmas chinas al mercado de los compresores, lo que ya estaba comenzando a ocurrir. Ello podria haber llevado a la disolución del cartel o a una reorganización de éste para acomodar a los nuevos participantes.
Sexto, el requerimiento de la multa es contra una firma basada en Brasil y que no tiene operaciones en Chile. ¿Está obligada por la Ley Brasilera a pagar la multa por un delito cometido en otro país? Incluso de ser así, ¿como pueden actuar los organimos antimonopolio contra la firma en Brasil? Este blog no tiene clara la operativa legal en estos casos.
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