La mayor parte de los economistas reconocen que derechos de propiedad bien establecidos ayudan al desarrollo económico. El caso chino es interesante, porque su rápido crecimiento no parece estar aparejado a derechos de propiedad, o al menos como se entienden en el mundo occidental. Independientemente de este contraejemplo, la fe de los economistas en las bondades de los derechos de propiedad no parece haber sido sometida hasta ahora a un examen estadísticamente riguroso.
En un trabajo reciente aparecido en el NBER (Property Rights and Financial Development: The Legacy of Japanese Colonial Institutions) Dongwoo Yoo y Richard H. Steckel ofrecen un caso convincente de los beneficios que ofrece un sistema de derechos de propiedad de la tierra rural.
Según los autores, un buen sistema de derechos de propiedad tiene los siguientes componentes: un catastro de las tierras y sus propietarios, un sistema de identificación de las personas y mapas zonales mostrando los límites de las propiedades, junto a un mecanismo que mantenga al día la información. Aquellos sistemas que solo tienen algunas de sas componentes dejan de ser útiles al poco tiempo, al quedar obsoleta la información que contienen. Con derechos de propiedad seguros, los propietarios pueden acceder al crédito que les permite invertir en sus propiedades y aumentar su productividad.
El ejemplo que usan los autores es fascinante, porque consideran el Japón imperial de principios del siglo 20. Japón había desarrollado un sistema de propiedad moderno con el Shogun Toyotomi Hideyoshi en el siglo XVII. Hideyoshi lo estableció para poder imponer impuestos a los campesinos sin tener que depender de los señores feudales –cuyo poder independiente fue la causa de las guerras civiles que se terminaron con Hideyoshi–.
Cuando Japón comenzó a modernizarse en el período Meiji, el imperio se expandió, conquistando Corea, Manchuria, Taiwan y algunas islas del Pacífico. En todas partes implantó sus sistemas de derechos de propiedad, parapoder recolectar impuestos en forma eficiente.
En las islas existían sistemas de propiedad comunitarios, en que los derechos de propiedad no son seguros, son múltiples y dependen en buena medida de decisiones de los jefes de los clanes. Los Japoneses invirtieron muchos recursos en desarrollar sistemas de propiedad similares a los que conocían en Japón, lo que fue muy productivo para el gobierno colonial, en términos de impuestos.
La Segunda Guerra Mundial hizo que el proceso se interrumpiera, por lo que hay islas con y sin derechos de propiedad moderna e incluso la más interesante, Palau, tiene zonas con y sin derechos de propiedad eficientes. Se trata, por lo tanto, de un experimento natural que permite evaluar directamente el valor de un sistema de derechos de propiedad moderno. Se debe tener en cuenta que los americanos, que se hicieron cargo de las islas, mantuvieron los sistemas de propiedad rural que existían: modernos o tradicionales.
Los autores realizan un estudio econométrico, pero lo resultados son muy convincentes: en Palau, la única isla con derechos de propiedad bien desarrollados, pese a ser similar en todos los aspectos a otras islas, que poseen sistemas de propiedad tradicionales (comunitarios), el ingreso per capita es dos veces y media superior. Más aún, existen diferencias en Palau, con sus zonas con derechos de propiedad modernos mucho más ricas que las áreas en que los japoneses no terminaron el trabajo, o donde se quemaron los archivos durante la guerra.
El estudio hace reflexionar al autor de este blog sobre el error cometido en Chile al mantener o peor aún retroceder a un sistema de propiedad comunitaria en las tierras de los pueblos originarios. El efecto será condenar a la pobreza a la población indígena rural, pues no tendrán acceso a crédito bancario. Eso ya se observa en la mayor pobreza de las zonas que poseen más tierras bajo el sistema de propiedad tradicional comunitaria.
Al menos siempre existe la opción de migrar a las ciudades.
Un último pensamiento. ¿Tiene nuestro sistema de propiedad rural mapas con los deslindes de todas las propiedades en una zona? ¿Cómo se explican los conflictos en la propiedad rural y en la minera?