R. Fischer
El Ministro de Agricultura pretende aprobar un proyecto de Ley que facilitará la entrada de temporeros extranjeros en la agricultura. Según el Ministro, hacen falta 40.000 personas para trabajar en la recolección, y para ello nada mejor que importar trabajadores del extranjero en forma temporal.
Primero que nada, es necesario reconocer que la vida de los agricultores no es fácil debido al bajo precio del dólar y el alza en no transables, como el salario de los trabajadores agrícolas. Por lo tanto es comprensible que se piense en mecanismos para reducir el costo laboral y hacer más competitiva a la economía. El problema es que los trabajadores extranjeros empujarán hacia abajo los salarios de los temporeros nacionales. Este efecto se traspasaría a los salarios de trabajadores no calificados del resto de la economía. Esto no es lo que desea un país con una mala distribución de los ingresos.1
¿Que alternativas se les pueden ofrecer a los agricultores? Tal vez como en Francia, se podría popularizar la idea de que estudiantes universitarios participen en la recolección, los que luego podrían financiar el resto de sus vacaciones con las remuneraciones (además, entiendo que es entretenido para ellos, con la misma sensación de comunidad juvenil que en los trabajos voluntarios de verano). Esto aumentaría la oferta de trabajo en la etapa crítica del año.
Asimismo, existen tecnologías que reducen la demanda de mano de obra durante la cosecha y recolección, las que deberían comenzar a usarse, porque los agricultores tendrán que acostumbrarse a la idea que el valor de la mano de obra ha dejado de ser una ventaja competitiva. El gobierno también podría ayudar, intentando reducir la presión del gasto público, que eleva el precio de los no transables, aunque eso siempre es difícil en años electorales.
Notas:
1. Por supuesto, se podría decir que los inmigrantes estarían mejor que si no pudieran venir temporalmente. Me parece que no hemos llegado aún al grado de desarrollo ni de ingresos de los trabajadores no calificados tal que podamos practicar ese tipo de solidaridad internacional. ¡Además, es un tipo de solidaridad financiada por los trabajadores de menores ingresos!