Regionalización y corrupción

Chile es un país muy centralizado, lo que explica que las regiones tengan pocas empresas importantes que no tengan sus gerencias en Santiago, y que haya una importante migración de los mejores profesionales a la capital. Las decisiones importantes se toman en Santiago, por lo que empresas grandes, que deben interactuar con el Estado para aprobar sus proyectos de inversión, o simplemente por lobby, deben tener una representación de alto nivel en la ciudad.

Esto es malo para el país, ya que las decisiones centralizada no necesariamente responden a las necesidades de las distintas regiones, y porque las regiones se quedan sin potenciales empresarios y profesionales, lo que afecta sus posibilidades de crecimiento orgánico (y no solo basado en recursos naturales). En el caso de la inversión pública, existe el FNDR, que trata de ayudar un poco a resolver el problema. La dificultad es que justamente debido a que la centralización limita la profundidad de los cuadros de alto nivel de los gobiernos regionales, los proyectos de inversión publica regional a menudo son rechazados o deben reformularse en el centro, lo que por supuesto es contradictorio con el objetivo del FNDR.

Pero tampoco es fácil el traspaso de más responsabilidades a regiones. Por un lado, la limitación en los cuadros profesionales es un problema. Por otro lado, debido justamente a que la burocracia en regiones es menor, es más fácil para un lobbista acercarse al funcionario que toma decisiones, y tal vez corromperlo. En la administración centralizada, es mucho más difícil para un lobbista saber quién es la persona que toma la decisión de bajo nivel que le interesa, porque son demasiados funcionarios en cada departamento. El funcionario está protegido de la corrupción por la propia complejidad del aparato burocrático central. Además, debido al mejor nivel profesional que poseen, hay mayor orgullo por el trabajo que realizan, lo que le da un espíritu de cuerpo a algunas oficinas fiscales que las hace menos corruptibles.

Esta centralización es, por lo tanto, una de las razones para los bajos índices de corrupción en el pais. Un ejemplo es el de un país tan centralizado como Francia. Al intentar descentralizarse hace un par de décadas, se observó un gran aumento en la corrupción. Asimismo, en EE.UU., y diversos países federales latinoamericanos, es en los Estados donde se observan los mayores casos de corrupción, siendo el aparato central menos corrupto.

Es interesante observar que los pueblos y ciudades pequeñas de los EE.UU. tienen relativamente menos corrupción. Son las ciudades intermedias y mayores las corruptas. Pero esto es materia de otra entrada, que tiene que ver con la fuente de los recursos locales.

Autor: variacioncompensada

Profesor, CEA-DII, U. de Chile.

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