CASEN: Arellano versus Urzúa

R. Fischer

Fui al CEP a la tercera sesión en la que se analiza la encuesta CASEN, que tenía como expositores a Soledad Arellano, subsecretaria del Ministerio de Desarrollo Social y a Sergio Urzúa, investigador del CEP. Soledad Arellano presentó meticulosamente sus argumentos, y explicó porqué se agregó la famosa pregunta y11, que indaga sobre los ingresos de una manera distinta a la forma en que se preguntaba antes.

Su explicación de porqué se introdujo me pareció razonable:  en las CASEN anteriores se preguntaba por «otros ingresos» en base a su condición de trabajador, desocupado o inactivo durante la semana previa, y dado que se está analizando los ingresos del mes anterior, era mejor hacer la pregunta en una forma  precisa sobre el plazo a considerar al declarar los otros ingresos. No se pretesteó esa pregunta,  porque en el MDS estaban preocupados por otros cambios en la encuesta que, en aquel momento, consideraron más importantes.1

La pregunta y11 de la CASEN 2011.

Debido a que correspondía a otro concepto de «otros ingresos», los ingresos totales de esta CASEN no se pueden comparar con los ingresos del hogar en encuestas previas, a menos que se eliminara la pregunta y11. Soledad explicó que al hacer eso se estarían castigando los ingresos en la CASEN 2011 respecto a versiones anteriores, en que los «otros ingresos» de la actual y11 se recogían en forma parcial.

Como lo hizo notar Sergio, la alternativa elegida por el gobierno era la más favorable a  éste, y lo correcto habría sido descontar la y11  y la pregunta «otros ingresos» de las encuestas anteriores, para luego hacer la comparación. Además, según Sergio, el efecto de otros ingresos en versiones anteriores era mucho menor que el de la y11. Por último, hizo notar que CEPAL o el Ministerio de Desarrollo Social omitieron el ajuste por cuentas nacionales para la variable y11, y no hacerlo refuerza su impacto en la reducción de la pobreza.2

Sergio Urzúa fue más allá, y entregó una respuesta tentativa a una pregunta que me ha intrigado desde hace tiempo.3 Supongamos que los críticos de la CASEN tienen razón y la pobreza no cayó  entre el 2006  y 2011. ¿Cómo explicar este fenómeno, si el desempleo cayó y los salarios aumentaron? La respuesta de Urzúa es notar que en los deciles de bajos ingresos de la población, hubo un aumento importante en la cantidad de personas que están inactivas (es decir, ni trabajando ni buscando empleo). Este aumento ocurrió en dos categorías: jóvenes de 19-25 y personas mayores de 55 años, como se muestra  en la tabla siguiente, sacada de la presentación de Sergio.

Aumento en la inactividad entre 19-25 y >55.

Eel aumento en la inactividad entre los mayores de 55 parece ser un resultado no deseado de la introducción de la Reforma Previsional, que introdujo las pensiones básicas solidarias y los aportes previsionales solidarios.  Es decir, el seguro tuvo un claro efecto de desincentivo al trabajo. La mayor inactividad entre los jóvenes la atribuye a  que la cobertura de educación superior entre los jóvenes provenientes de hogares pobres ha aumentado a más del doble:

Es decir, estamos en la extraña posición de tener familias que reciben beneficios que antes no poseían, y no los consideramos en la encuesta CASEN, que intenta medir la pobreza. Claramente, un joven que no trabaja porque ahora recibe un subsidio que le permite estudiar está mejor que en 2009, pero la CASEN lo mide como un empobrecimiento de la familia. En el caso de los mayores de 55, ya no deben trabajar para recibir un ingreso, y si lo prefieren a complementar su pensión con otros ingresos, deben estar mejor que antes de la Reforma Previsional.

Urzúa tiene razón al indicar i) que hay que diseñar esquemas de subsidios que no contengan desincentivos al trabajo, y ii) debemos encontrar formas de medir estos beneficios que reciben las familias pobres. Fue una charla interesante, aunque al final Soledad Arellano se acaloró un poco porque no quería admitir que era probable que la pobreza medida por CASEN no hubiera variado entre 2009 y 2011,

Nota: 1,   El problema era ¿cómo registrar «ingresos de “trabajo regular” de quienes, habiendo recibido ingresos por este concepto el mes pasado, fueron clasificados como desocupados, inactivos o TFNR por sus actividad ocupacional de la semana pasada?»

2. Una de las razones por las que he reclamado más por el aprovechamiento político de la encuesta que por sus resultados es que no me parecía raro que un contexto de crecimiento económico rápido, la pobreza cayera, sin que fuera mérito del gobierno. Urzúa explica cómo pese al crecimiento, podría no observarse una reducción en la pobreza, pese a que las personas en esa categoría ahora están mucho mejor que en 2009.

3. Con cierta delicadeza,Sergio Urzúa no mencionó el sensible tema de los errores muestrales. El secretismo que los rodeó inicialmente muestra un lado menos técnico y más político de las cuestionadas declaraciones del gobierno sobre la reducción pobreza. Los errores muestrales  tenían una magnitud que hacían que los resultados sonbre reducción de la pobreeza no fueran  significativa, pese a incluir la pregunta y11..

Mi experiencia como vocal

R. Fischer

Por tercera vez me tocó la (mala) suerte de ser nombrado vocal en la mesa 15 de Santiago centro. De los cinco vocales asistieron cuatro, dos de ellos sin experiencia.  Uno de los vocales neófitos había jubilado, y trabajaba ocasionalmente como guardia o como vendedor de feria. Se quejaba de alta presión y de diabetes, pero este achaque debe haber sido leve. El otro vocal nuevo llegó enfermo, quejándose de dolor en todas las extremidades, incluso en los dedos de las mano. Fui elegido Presidente, lo que afortunadamente es un trabajo con menos obligaciones que en el pasado: ya no es necesario ir al día siguiente a la elección a entregar documentos a las oficinas electorales.

El Instituto Superior de Comercio ha sido remodelado después del terremoto y posee baños muy buenos. Las salas son de tipo clásico, con techos altos, de unos 5 o 6 metros, dos patios interiores y una escalera central que se divide en doa al subir al segundo piso. Los pisos son de maderas que,a mi escaso conocimiento, parecen finas. La mesa 15 V queda en el segundo piso y en nuestra sala habían otras dos mesas, una de ellas muy organizada –parecían un club de rayuela–. A las 8:15 de la mañana nos constituimos y poco después estábamos en funcionamiento. Lo primeros votantes fueron unos viejitos a los que tuvimos que hacer esperar. Luego la actividad bajó mucho.

Mis compañeros de mesa. El secretario al centro.

Los vocales neófitos no habían traído almuerzo, así que los dos con más experiencia dividimos nuestras provisiones entre todos. Es notable la solidaridad que se produce en las mesas, entre personas que no se conocen.

Nos entretuvimos conversando, hojeando el diario, paseando por los pasillos. En nuestra mesa habían supuestamente 347 votantes, la mayoría ancianos, lo que podíamos deducir por el número de RUN, que iban desde el 1 millón al 7 illones, con algunos 10 millones.

Llegó a votar un anciano de 96 años, con RUN 1.199.xxx-x, en silla de ruedas, pero claramente en muy buenas condiciones intelectuales. Votó muy poca gente, solo 77 en nuestra mesa, es decir poco más del 20%. Solo votaron 3 de 120 mujeres que aparecían en el Padrón electoral, y algo similar ocurrió en las otras mesas. Habían 69 candidatos a concejal, lo que daba poco más de un voto por candidato. Los pobres votantes buscaban alguien conocido en la sábana que era el voto.

A las 17:00 el ritmo de votantes era de uno cada 15-30 minutos, y deseábamos cerrar, pero la Ley lo prohíbe, lo que creo es un error: diez horas son demasiadas. Las mesas se cierran a las 18:00, y en ese momento hay que –pobre secretario– escribir cuatro copias de numerosos documentos, además de firmar todos los votos y escribir «No Votó» en cada uno de los más de 250 casilleros del Padrón electoral que estaban vacíos. Hay que contar los votos no utilizados,

El recuento es un lío porque en el caso de concejales hay que hacer montoncitos separados por agrupación electoral, pero no había espacio donde ponerlos. Lo hicimos con dos apoderados mirando,  sin tener ninguna queja, ningún voto objetado, sin la menor discusión. En mi experiencia de tres votaciones, siempre ha sido así.

Luego del recuento y de firmar numerosos documentos, sobres sellados, hay que llevar todo a los distintos oficiales electorales. Esa es la peor parte del procedimiento, porque los vocales están cansados de al menos 11 horas en las mesas y el recuento y deben hacer fila para esperar que los atiendan. Los oficiales revisan el contenido de las cajas con materiales, una medida idiota, que retarda el procedimiento y que no se hacía antes.

En otra oficina el representante del Ministerio del Interior escribe lentamente, exasperantemento lento, recibos de recepción de otro formulario. En total, en esta etapa se pierde más de una hora inútil. Para entonces, mi vecino aquejado con su enfermedad me había contagiado su virus y tenía dolor de cabeza, algo de fiebre, y estaba mareado. No tenía deseos de esperar a un burócrata. Llegué a casa bastante enfermo, con lo parece haber sido un virus de un día, pues ya me siento mejor.

Esto penando cambiar mi domicilio electoral…

PS: Se me olvidó agregar una cosa. Los resultados salen con una rapidez que sorprende a muchos observadores, considerando lo primitivo de los medios empleados. Lo que olvidan es que considerando 46 mil mesas en el país, y cuatro vocales por mesa, el proceso electoral es escrutado por un gigantesco computador paralelo con más de ciento cincuenta mil procesadores (humanos).

 

Hay gente que reclama por el IVA en los libros

R. Fischer

En Argentina, de acuerdo a esta nota aparecida en el Financial Times, el gobierno ha decidido proteger a las personas de los riesgos de salud asociados a la lectura de libros. En efecto, citando los riesgos para la salud del plomo en la tinta usada en los libros,  los libros y revistas importados serán revisados por Aduanas para determinar si representan un riesgo para los lectores.

Por supuesto, el proceso de revisión solo se realiza en un el aeropuerto de Ezeiza, y los lectores de todo el país deben ir a retirarlos a ese lugar, pagando por el servicio de prueba realizado por Aduanas. La medida se aplica especialmente a libros traídos por courier.

Un tiro por la culata: la PSU

R. Fischer

Haciendo un poco de historia, el origen de la PSU está en el intento del rector de la P. U. Católica de quitarle a la U. de Chile el monopolio de la Prueba de Aptitud Académica. Para ello, se usó el mecanismo de un proyecto de investigación sobre alternativas a la PAA liderado por la PUC (el psicólogo Manzi),  con el joven D. Bravo de la U. de Chile como acólito.

El proyecto fue adoptado y apoyado por el influyente Cristián Cox –actual decano de educación de la PUC– dado que le permitía obligar a los colegios a seguir el maximalista curriculo escolar que había introducido. Hasta ese entonces, los contenidos mínimos eran eran limitados y permitían que los colegios más exigentes pudieran seguirlo y disponer del tiempo para dedicar a otros temas, lo que en efecto les daba espacios de libertad de educación.  Cox temía que sus contenidos obligatorios mínimos, que no dejaban espacios a la libertad académica, no fueran cubierto por los colegios a menos que se los forzara a ello. La nueva prueba de selección universitaria de Manzi y Bravo, que medía los contenidos académicos, era el instrumento perfecto para ello. Así, Cox convenció a la entonces Ministra de Educación de la conveniencia de eliminar la PAA y reemplazarla por la nueva prueba. El trío consiguió el apoyo de los estudiantres, a los que convencieron que era una prueba más equitativa que la PAA. En un plazo brevísmo que no dio espacio para ensayos, se adoptó la PSU, una variación de la propuesta de Manzi y Bravo.

El resultado es que después de varios años de aplicación de la PSU, en la P. Universidad Católica el 87% de los estudiantes provienen de colegios particulares pagados. Considerando que un 45% de los graduados de la educación media ingresa a una universidad, y que los colegios particulares pagados son el 7% de los estudiantes (aunque se puede suponer que el 100% de éstos ingresa a la universidad), su sobrerrepresentación en la población de estudiantes es de cinco a seis veces. El caso es peor aún cuando se consideran los colegios de élite, en los cuales bastante más de un 30% de los egresados puede terminar en la PUC.

El problema para la PUC no es solo de pérdida de diversidad y por lo tanto de la universalidad que distingue a una universidad. Se puede demostrar lógicamente que no es una universidad que atrae al 3-5% de los estudiantes más brillantes de las cohortes secundarias, como es su objetivo. Su actual composición lo hace imposible. Para entender el razonamiento, consideremos un colegio de élite que ingresa el 30% de sus estudiantes a la PUC. ¿Podría alguien creer que el 30% superior de graduados de ese colegio (que acaso ingresaron al prekinder del colegio, sin selección posterior) pertenece al 3-5% de los estudiantes más brillantes? Habría que ser un firme convencido en el eugenismo para pensar que la proporción de individuos brillantes es tanto mayor en un colegio de élite que en el resto de la población. En el mismo sentido, ¿podemos pensar que el 93% de la población secundaria que no asiste a colegios particulares pagados es tan poco inteligente que solo un 0.1-0.2% de ellos (aproximadamente) está en ese gupo superior de la población?

Mi conclusión es que la PUC tiene un alto porcentaje de mediocridades bien entrenadas para tomar la PSU.  Lo que se llama un tiro por la culata.

El mal uso de la CASEN

R. Fischer

Encuestas como la CASEN no son parte de mi especialidad, pero siempre me ha interesado la encuesta y asistí al ahora famoso encuentro del CEP en que Andrés Velasco interpeló a J. Lavín por el mal uso de sus resultados.  Creo que Velasco tenía la razón en sus críticas, así como los panelistas del CEP y quienes desde el público hicieron preguntas y críticas.

Primero, hay legítimas dudas metodólogicas sobre la encuesta que no han sido respondidas. Durante la presentación en el CEP, pensé que eso se debía a que Lavín desconocía las respuestas, pero la ausencia posterior de mejores explicaciones (por ejemplo en una columna en La Tercera del Ministro y la subsecretaria) hace temer problemas más fundamentales. En particular hay dudas sobre:

  • ¿Se mensualizó o  no el bono entregado en el mes en que se tomó la muestra? La respuestaes un simple si o no. Responder, como lo hizo el Ministro en el CEP (y hoy Monckeberg y Godoy en una carta a El Mercurio) y  que durante el año 2009 se entregaron dos bonos de mayor monto es una respuesta inadecuada. Primero, porque esos bonos se mensualizaron y se entregaron en meses distintos al de la toma de la muestra. Segundo, y más importante aún, incluso si hubiera habido un problema metodológico, esto no es un argumento para repetirlo, sino más bien para corregirlo.
  • Lavín no fue capaz de explicar la razón para tomar dos muestras, ni la razón para tomar datos con posterioridad a los que serían usados para calcular la CASEN. Su única respuesta es que la CEPAL lo avalaba, lo que es una respuesta muy débil, casi escuálida . Monckeberg y Godoy escriben que la motivación fueron las recomendaciones de la Comisión de Expertos que propuso medidas para mejorar la CASEN. Sin embargo, según Dante Contreras, esto no figuraba entre las propuestas de esa Comisión (información transmitida por E. Engel). La propuesta de la Comisión era que la CASEN usara un Panel en el futuro, una excelente idea. Pueden haber legítimas razones para el uso de dos muestras (a mi se me ocurre una, que enlaza con el cambio que se hizo en los términos de referencia a los objetivos de precisión de la CASEN).
  • Se modificó una pregunta vital sobre ingresos, pero no se explicaron los motivos para este cambio ni como se resolvieron los problemas creados por la modificación. La única respuesta fue que en el pasado se habían hecho más modificaciones a los cuestionarios y que la CEPAL no lo había objetado. A eso solo puedo  responder que repito el comentario al primer punto más arriba.
  • Tampoco se han explicado los motivos para cambiar la precisión exigida al estudio.

Pero tal vez el punto más importante de Velasco, más allá de estos puntos metodológicos, es que Lavín está destruyendo un instrumento valioso para el diseño de políticas públicas al darle un uso político de  corto plazo. Molesta el triunfalismo de declarar una reducción en la pobreza cuando no se sabe si los cambios son significativos (según Lavín en el CEP, lo eran marginalmente). Sobre todo molesta porque se trata de  un efecto en gran medida debido al ciclo económico, que está fuera del control del gobierno. Recordemos que el  2009 recibimos el impacto de la crisis financiera y que el 2011 fue un año de reconstrucción y de alto crecimiento. La mejora en los indicadores económicos no se debe a los esfuerzos del gobierno: las pocas políticas de largo plazo que se han introducido hasta ahora (hay más en camino) aún no han tenido tiempo de actuar.

En resumen, me parecen legítimas las críticas.

¡Patagonia sin Represas! y la verdad a medias

R. Fischer

Recibí la inserción de ¡Patagonia sin Represas! que comenta el Informe CADE sobre desarrollo eléctrico, denominado «Informe deCADEnte» (Nota: Formé parte de la CADE). El comentario del organismo ambientalista está lleno de verdades a medias, citas truchas y opiniones que no se sustentan en el Informe CADE. Fue diseñado para dejar la sensación de que el Informe CADE es «continuista», «obcecado» y «antidemocrático».

La inserción de ¡Patagonia sin Represas! es lo que se llama en Estados Unidos un «attack ad», y lo usan los políticos en sus campañas electorales, cuando están en problemas para ser reelegidos y es necesario jugar sucio. Evidentemente esa es la situación de ¡Patagonia sin Represas! frente al informe CADE y claramente este «attack ad» tiene resabios de su origen en el infame mundo de las campañas políticas de Estados Unidos. Para verificar esto, vamos por partes:

1. Según ¡Patagonia sin Represas!, el CADE mantiene el rol subsidiario del Estado, y no le da un rol director en el sistema eléctrico. Pues bien, efectivamente el Informe mantiene el rol subsidiario del Estado, que a fin de cuentas, está en la Constitución. Pero ¡Patagonia in Represas! omite que en el Capitulo de Sociedad y Desarrollo Eléctrico se recomienda un:

«A. Sistema Participativo de Discusión de la Política Energética de Largo Plazo

    Estudiar en profundidad las experiencias de participación en la definición de políticas a nivel internacional.
    Evaluar la instauración de un esquema de participación con las siguientes características principales:

i. Periódicamente (por ejemplo cada 4 años), los Ministerios de Energía y de Medio Ambiente convocarán a un análisis de la política energética de largo plazo.
ii. La convocatoria incluirá el análisis de los principales tópicos bajo discusión en la sociedad en el período en cuestión y que se plasman en políticas de largo plazo. En el caso actual, por ejemplo, se incluiría la estructura de la matriz energética y eléctrica, la política de estímulo para ERNC, política de eficiencia energética, la evolución de los estándares de sustentabilidad ambiental en el sector eléctrico, potenciales de distintas tecnologías, etc.
iii. La convocatoria incluirá a organizaciones académicas, centros de investigación, organismos públicos, asociaciones empresariales, asociaciones de consumidores, entre otras.
iv. El foco del ejercicio sería la evaluación del estado del sector y las políticas, y presentar y discutir las políticas y aspectos críticos para el desarrollo de largo plazo; sería responsabilidad del Ejecutivo presentar una evaluación inicial del sector, y las políticas propuestas, y convocar a la discusión; esto debe realizarse con un alto grado de transparencia: establecer sistemas de información que permitan que el público general pueda conocer los trabajos y resultados del análisis.
v. El ejercicio debe contemplar la participación ciudadana, de modo que en distintas etapas del trabajo se exponga a través de medios abiertos los análisis, sus fundamentos y supuestos y se puedan recibir las observaciones de la ciudadanía.
vi. Los resultados deben exponerse en diferentes foros abiertos, incluyendo presentaciones en diferentes regiones, el congreso, universidades y redes sociales, entre otros ámbitos.»

2. ¡Patagonia sin Represas! señala que el mayor subsidio del sistema eléctrico es el acceso gratuito al agua es un subsidio a las hidroeléctricas y que el CADE no lo menciona. Aparentemente el redactor de la inserción no leyó el Informe CADE, pues se señala:

  • «El régimen exento de tributos por uso del recurso hídrico contrasta con el régimen vigente en Chile para otros recursos naturales. En el caso de los derechos de agua consuntivos con fines agrícolas, existe un tributo implícito de afectación local por la vía de las contribuciones diferenciadas sobre terrenos agrícolas con riego. Esto no es el caso de los derechos no consuntivos.
  • La normativa genera incentivos a explotar el derecho en forma ineficiente, y eventualmente se podría incluso simular su uso o transferir el derecho con el sólo propósito de evadir o reducir el pago progresivo de la patente.»
  • y recomienda que se estudie:

  • «Se estudie la revisión del estatus tributario de los derechos de agua no consuntivos.»
  • y en el resumen ejecutivo se especifica:

    «Además, para situar a los derechos no consuntivos a la par de otros derechos de propiedad, esta Comisión sugiere que se le apliquen pagos de contribuciones a beneficio de las comunas en la cuenca afectada por los derechos, de acuerdo al valor
    económico de estos derechos.»

    Podría seguir enumerando las citas a medias, evasiones, olvidos y otros artilugios usados por ¡Patagonia in Represas! para descalificar el Informe del CADE, pero este artículo se alargaría demasiado. Solo quiero referirme a un último punto del comentario de ¡Patagonia sin Represas!, porque es tan burdo: en el punto 4 de su comentario al Informe CADE señala:

    «La CADE omite las políticas de conservación de energía y menosprecia las potencialidades de la eficiencia energética (EE) que aparece como un elemento marginal del desarrollo eléctrico, planteando estrategias livianas, sin metas ni compromisos concretos.»

    Es fácil responder a esta acusación. Primero, los escenarios del CADE contemplan medidas de eficiencia energética, como se señala en el capítulo 3, «Escenarios para la Matriz Eléctrica Futura». Segundo, la Sección 7.1 del Informe está dedicada a la Eficiencia Energética (tiene 6 paginas, es decir, no se menosprecian sus potecialidades). Ahí se comienza señalando que:

    «Después de la fase inicial de mediados de la década pasada, de introducción de la EE en la agenda política y como tema público, es conveniente consolidar la Eficiencia Energética como política pública, teniendo presente que debe compatibilizarse con el mantenimiento de una política de precios de la energía que refleje sus costos económicos, y con una apertura de la economía que permita la incorporación de nuevas tecnologías.»

    Luego se discute de sus costos y potencialidades:

  • «Aunque gran parte de la explotación del potencial de Eficiencia Energética tiene costos unitarios muy por debajo de otras fuentes energéticas, la inversión en Eficiencia Energética debe ser compartida por el sector público y el sector privado representado por los cientos de miles de consumidores y clientes finales.
  • La EE es claramente la forma ambientalmente más benigna de generar energía, en sus aspectos globales (emisiones CO2) así como locales. El consumidor final, al practicarla, reduce las externalidades negativas de otras fuentes energéticas. Se está lejos de internalizar todos los costos de estas externalidades, aún en los países más industrializados.»
  • Más aún, para mostrar la importancia que se le dió a la Eficiencia Energética, se recomienda:

    «Los temas claves y urgentes en temas regulatorios o que significan proyectos legislativos a la brevedad son:

  • Retomar la discusión sobre el rol de las distribuidoras eléctricas y de gas, específicamente sobre una ley de desacople y metas de eficiencia energética, para lo cual el Ministerio de Energía preparó una propuesta a principios de 2010.
  • El financiamiento a mediano plazo de la Estrategia oficial de EE. Aunque se reconoce que los presupuestos son anuales, la discusión presupuestaria debe orientarse a la Estrategia.
  • Los requerimientos a los grandes consumidores de energía.
  • MEPS (mínimum energy performance standards) y/o prohibiciones de ciertos productos tales como las ampolletas incandescentes.
  • Es recomendable que los planes de eficiencia energética cuenten con los adecuados presupuestos que le permitan llevar delante de buena forma los programas.»
  • Mi conclusión es que con este comentario al Informe CADE, ¡Patagonia sin Represas! queda deslegitimada pierde legitimidad. No se ha comportado como es una ONG seria, con la que se puede discutir sin caer en descalificaciones, evaluando cuidadosamente los argumentos de la otra parte. Ciertamente hay cosas que criticar en el Informe CADE, ya que es el resultado de acuerdos entre miembros con distintas opiniones en casi todos los temas (otro punto en que ¡Patagonia in Represas! se equivoca al describir la Comisión como homogénea). pero tal discusión no puede realizarse con una ONG como ¡Patagonia sin Represas!, ya que que no juega limpio. Desearía que en el futuro ¡Patagonia sin Represas! critique en forma balanceada, y que por lo menos haya leído –y entendido– el Informe que critica.

    Nota: Agradezco la sugerencia de Rodrigo Palma de introducir estos cambios y por recordarme que he caído en lo mismo que ¡Patagonia sin Represas!: descalificar al interlocutor.

    Políticos en tiempos buenos

    R. Fischer

    Nunca se han vendido tantos automóviles, los buenos restaurantes están tan llenos que hay que hacer reservas incluso durante la semana, las cifras de inversión planificada y realizada son elevadísimas, y en general se respira un aire de bonanza económica que a mi, al menos, me asusta.

    Es en estos momentos de auge que, con una regularidad digna de una ley de la naturaleza, los políticos se ponen tontos, y comienzan a proponer proyectos estúpidos. No quiero diferenciar entre partidos, porque la infección de tontera es generalizada. Se pasan leyes absurdas e injustas, con el beneplácito de todos (el posnatal), y se proponen otras peores, como en educación. Además, se desconoce la enorme cantidad de cosas buenas que se han hecho en los últimos veinte y pico años, y que han permitido que estemos viviendo buenos tiempos.

    A veces se echa de menos una crisis, para que vuelva la lucidez a los políticos. Solo una crisis moderada, que atemoriza, pero que no tiene consecuencias. Nada mejor que un sustito para volver a la realidad. Es una realidad algo aburrida, pero luego de las crisis, el tedio es algo que se aprecia, como lo dice la antigua tradición china.

    La tiranía de los médicos

    R. Fischer

    No soy libertario, porque entiendo que hay muchas situaciones en las cuales es necesaria la acción colectiva representada por el Estado, pero simpatizo con la idea de que el gobierno debe entrometerse lo menos posible en la autonomía de la personas, incluso cuando esta autonomía les ayuda a meter la pata. Si somos adultos bien informados, el Estado debería permitir que nos equivoquemos, especialmente si son materias de poca importancia.

    Evidentemente los médicos –en especial en el sistema de salud pública– piensan distinto y está dispuesto a intervenir con desparpajo en las decisiones libres de las personas, violando sus derechos humanos. En efecto, la artículo 12 de la Declaración señala:

    «Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, […]»

    y el 29, inciso 2do.:

    «En el ejercicio de sus derechos y en el disfrute de sus libertades, toda persona estará solamente sujeta a las limitaciones establecidas por la ley con el único fin de asegurar el reconocimiento y el respeto de los derechos y libertades de los demás, y de satisfacer las justas exigencias de la moral, del orden público y del bienestar general en una sociedad democrática.»

    En base a los artículos anteriores, entiendo que se prohíba la venta de ciertos alimentos en colegios (no son adultos, y por lo tanto no gozan de total autonomía), o que se provea información de los peligros para la salud de ciertos alimentos, pero es inaceptable que se proponga prohibir o limitar ciertos alimentos a personas adultas.

    ¿A qué viene esta introducción? Ayer descubrí que un remedio, el Omeprazol, requiere receta médica, y más aún, que se retiene la receta (tengo receta–es un problema de principios–). Me sorprendió, porque esa es una nueva medida, o al menos ahora se fiscaliza más intensamente este requerimiento. Esto me extrañó, porque las instrucciones de uso del medicamento son explícitas en señalar que una sobredosis no tiene consecuencias. Es decir, es un medicamento sin riesgo, que no afecta a los demás (como en el caso de los antibióticos, cuyo uso inapropiado da origen cepas bacterianas resistentes, que se transmiten a otras personas).

    Intrigado, le pregunté a la farmacóloga de turno por el motivo de la prohibición de la venta libre. La explicación es increíble. Aparentemente algunas personas toman el medicamento cuando tienen acidez. En algunos pocos casos, la causa de la acidez es que esas personas estarían desarrollando un cáncer al estómago (no causado del medicamento). Al ocultar los síntomas del cáncer, lgunas de esas personas omiten ir al médico, lo que hace que el cáncer siga desarrollándose. Es decir, se intervienen las decisiones de compra de todas las personas solo para asegurarse contra la posibilidad que algunas personas podrían estar desarrollando cáncer! Siguiendo la lógica, las farmacias deberían comenzar a pedir receta retenida cuando una persona va a comprar antiácidos, cuyo efecto sobre la acidez es similar.

    Esta intervención de la Salud Pública es indignante, pues se trata de una injerencia arbitraria en la autonomía de las personas, que no tiene justificación por el efecto que podría tener sobre los demás.

    En todos los casos en que se interviene la autonomía de las personas, la autoridad debe hacer un cálculo de sus costos y beneficios. Aquí el costo –al principio de la autonomía– es muy superior a los beneficios. Lo que la Salud Pública debería exigir es que se entregue información al público, y que éste decida.

    Seguramente los médicos que toman estas decisiones creen ser democráticos. Pero hay una evidente contradicción entre pensar que las personas están lo suficientemente bien informadas como para poder votar por un Presidente de la República, pero al mismo tiempo no son capaces de entender la información contenida en un envase de medicamentos.

    Democracia universitaria

    R. Fischer

    Como si fuera poco el daño que la Confech le ha provocado a las universidades públicas, y en especial a la Universidad de Chile que es la que más tiene que perder, ahora con la colaboración de la Concertación, intentan asegurarse que el daño sea permanente.

    Según lo que escuché hoy en la radio, una parte de la Concertación ha decidido condicionar la entrega de fondos basales a las universidades públicas a su democratización. Estos parlamentarios exigirían que los estudiantes puedan participar en la elección de las autoridades universitarias.

    Ya hemos visto como los dirigentes de los estudiantes han estado dispuestos a sacrificar las universidades públicas según sus intereses políticos de corto plazo (hablan de que la lucha es de largo plazo, pero esto es solo para explicar por que no han conseguido lo que habían prometido) y cómo los estudiantes los siguen como corderos, y no se oponen si no están de acuerdo con los objetivos de los dirigentes.

    Con esa imagen en mente, pensemos en cómo tratarían de acomodarse los candidatos a rector a las exigencias de los dirigentes estudiantiles para asegurar su apoyo, y podremos ver como las universidades estatales continuarán su trayectoria hacia la decadencia. Tal como no existen universidades privadas con fines de lucro entre las mejores del mundo, estoy casi seguro –no lo he verificado cuidadosamente– que entre las mejores del mundo no existen universidades en que el rector es elegido por los estamentos.

    Como he escrito en otras ocasiones (aquí, al final del posteo, o incluso hace 15 años), que estoy en contra de la participación de cualquier estamento en la elección de rector, así que no se trata de una animadversión específico hacia los estudiantes. Claro que los estudiantes, por su menor experiencia y más alto descuento del futuro, son peores que los otros estamentos para participar en la elección de las autoridades.

    Incluso desde la lógica de los estudiantes que consideran a las universidades públicas como parte del Estado, la idea no tiene sentido. Después de todo, ¿qué parte del aparato estatal que tenga niveles jerárquicos (a diferencia de la Corte Suprema o del Congreso), elige sus propios directivos?

    Otra forma de pensarlo es que la universidad pública es una institución permanente, cuyo manejo no debería estar al arbitrio de estudiantes que pasan solo unos años en ella. O en tal caso, ¿no se debe también a los ex estudiantes y no deberían ellos votar? Al menos ellos piensan en el más largo plazo de la universidad, sin estar tan contaminados por problemas del momento.

    He escrito antes que creo que el Rector Pérez ha sido unos de los responsables de la situación actual de la Universidad, con un semestre casi perdido, los mejores estudiantes de colegio pensando en la alternativa de las universidades privadas y una pérdida global de prestigio. Tal vez sea el momento de redimirse parcialmente, declarando que no está dispuesto a aceptar fondos basales si están asociados a una propuesta que garantiza que la triste situación actual no pueda revertirse.

    El artículo de Tejeda sobre las tomas

    R. Fischer

    Luego de la toma, ha estado circulando por la Facultad la referencia un artículo de Juan Guillermo Tejeda sobre las tomas. No conocía a Tejeda, y evidentemente es una persona de izquierda que apoya al movimiento estudiantil, y que escribe bien, independientemente de la posición política del lector. Tejeda se queja de lo antidemocrático que es el sistema de tomarse un espacio de carácter público impidiendo su uso para los demás. También muestra las facetas menos agraciadas de la toma y en general de las democracias populares:

    «Y me refiero a las democracias populares, a las repúblicas populares, o sea países que son o fueron comunistas, porque muchos de los mecanismos operativos de la universidad en toma están calcados de allí: marchas, asambleas, plebiscitos, declaraciones colectivas, todo un movimiento que en la parte frontal se despliega como una magnífica movilización en contra de los poderosos de siempre, y que en la periferia o en los detalles traseros deja ver unos dispositivos menos gratos: control de puertas, compadres enojados, funas, tendencia a la opinión única, autogestión en los asuntos de orden público, capuchas, barricadas, desolación de los espacios, fortalecimiento de una nueva autoridad que sin dar mucho la cara va tomando el lugar de la anterior. La toma es un poco injusta –reconocen algunos estudiantes con las pupilas encendidas– pero es la única manera de que el poder nos escuche.»

    La mecánica es similar con la de los países socialistas (o «democracias populares», que abuso de lenguaje) del pasado. Tejeda observa el carácter de sistemas policiales, sin democracia, donde la propaganda y el control es lo único que interesa, olvidándose de la viabilidad económica y de la búsqueda de la verdad:

    «En las universidades populares que reemplazan hoy a las universidades públicas los carabineros no entran, y donde los carabineros no llegan florece naturalmente la capucha. No existe jamás un espacio sin alguien o algo a cargo del garrote, el cual se administra más o menos conforme a la ley o si no de cualquier manera, arbitrariamente.»

    «Del mismo modo que las repúblicas populares en su tiempo, las universidades populares se cuidan ante todo de controlar la puerta, el recinto y el calendario de actividades, o sea un poco el ministerio del Interior, el dispositivo de seguridad. Respecto de la economía, y siguiendo también a ese tipo de países, da un poco igual. Y lo académico, bueno, eso siempre es conversable.»

    Tejeda concuerda que el resultado será la decadencia de las universidades estatales, y que los que contribuyeron a que el movimiento, inicialmente legítimo, metastatizara a su expresión actual, son responsables.

    Tal vez lo más interesante de la columna son los comentarios, pues muchos consisten en ataques ad hominem, la mayoría sin intención de analizar el artículo, sino con el fin de apabullar, avergonzar y acallar por el temor a otros que, siendo inicialmente partidarios del movimiento estudiantil, piensen de la misma forma que el Sr. Tejeda. El moderador ha retirado un gran número de comentarios insultantes, pero entre los que sobreviven se pueden observar los siguientes en los primeros 30 comentarios (sin considerar los censurados):

    • «si anhelas una universidad facha ,hay varias ,puedes escoger ,pero han habido elecciones ,…»
    • «El típico sermón del socialista arrepentido que reduce todo a su experiencia en las dictaduras de Europa del este. […] O es que el cinismo del pequeno burgués solo le interesa sus metros cuadrados de su palacete de egoísmo y de artista egocéntrico?? Pero lo comío y lo bailao en europa del este no te lo quita nadie.»
    • «…su relato Sr., Tejeda nace desde el miedo y de la frustracion por no pertenecer a esta generacion que de verdad esta exigiendo cambios reales.»
    • «Las ratas pequeñoburguesas empiezan a asustarse de la radicalidad de las luchas. Prefieren las peleítas de utilería, la disputa por unas chauchas más o menos. «
    • «Al leer su columna, me pareció estar leyendo LOS AÑOS VERDE OLIVO de Roberto Ampuero, osea ni de allá ni de acá…. quizo pero no fue…[…] A usted le vendría bien una U. del Desarrollo.»

    En todo caso, es admirable la valentía del Sr. Tejeda que, por experiencia personal, debía saber que las ofensas lloverían.