Las predicciones sobre los efectos desvastadores del escape de petróleo en el Golfo de México parece que se equivocaron. El gigantesco derrame está siendo eliminado por bacterias especializadas que se lanzaron sobre la zona afectada. Y lo mejor es que no parecen tener otros efectos nocivos, como consumir el oxígeno disuelto en el mar. La información es del Financial Times, que cita al journal Science.