Este blog ha recapacitado sobre la idea del super-impuesto de Rudd, advirtiendo un ángulo nuevo. De ser cierto que lo que pretendía Rudd es que otros países copiaran su impuesto, el efecto podría ser similar al de una cartelización del mercado de los recurso naturales mineros. En tal caso, el monto del impuesto podría no ser excesivo (al menos para los países productores, sin considerar el efecto sobre los países importadores de materias primas), a diferencia del caso en que el impuesto lo impone un país por si solo. Al tener mayor poder en el mercado mundial de recursos naturales mineros, un cartel puede poner un impuesto más elevado. Algo así como lo que han hecho los países de la OPEP con el petróleo.