En Australia están pensando poner un impuesto adicional de un 40% a la minería. Entiendo que el impuesto sería aplicado a los margenes operacionales de la minería luego de pagar los gastos de exploración e instalación. El Financial Times está muy de acuerdo con el impuesto. Sin embargo tengo dudas sobre la calidad del análisis económico del periódico en este caso.
A mi entender el único motivo económico justificable –a diferencia de motivos de economía política– para poner un impuesto de este tipo ocurre cuando un país con poder de mercado, usa el impuesto para sacar del mercado a los productores de mayores costos y eleva los precios y márgenes de la industria. El mayor precio que resulta en los mercados internacionales le conviene al país. Es una forma de la doctrina clásica del arancel eficiente y es similar a lo que usa la OPEP al limitar las exportaciones de petróleo. El riesgo es que el mayor precio aumente la producción en otros países, anulando la reducción en la producción. Si el poder de mercado se debe a que las minas del país son más ricas que la potencial competencia, esta política es sostenible si el impuesto no es elevado.
El argumento del Financial Times es otro. Según ellos, la minería sigue el patrón del buscador de tesoros. Una vez encontrado, extraer el recurso cuesta muy poco en relación con el valor obtenido, y esa riqueza debería pertenecer al país del que se extrae. Pero ese argumento contiene un erro lógico. En particular, no parece que el negocio de buscar tesoros sea tan rentable, o veríamos muchos más recursos dedicados a él. Lo que sucede es que la mayor parte de las exploraciones de tesoros no encuentran nada, y solo cuando hay cambios tecnológicos que permiten encontrar más tesoros hay un cambio en la rentabilidad del sector, que atrae a más exploradores hasta que la rentabilidad cae a la normal de otros sectores (ajustando por el riesgo del sector).
En realidad el negocio minero opera de otra forma. La oficina central de la empresa financia exploraciones en distintos lugares (o compra los resultados de exploraciones a empresas especialistas), y luego los mejores sitios son prospectados en mas detalle. Luego se preparan anteproyectos y se intenta obtener las autorizaciones ambientales y el financiamiento del proyecto. La mayoría de los proyecto muere en esta etapa, luego de muchos gastos. Los proyectos que sobreviven este filtro usualmente se realizan como «project finance», independientes de la casa central. Luego, las utilidades provenientes de la mina (después de impuestos) dan origen a dividendos que la oficina central utiliza para realizar nuevas exploraciones, nuevas inversiones y pagar dividendos a los accionistas.
Es claro, por lo tanto, que las minas existentes tienen que ser mucho más rentables que el negocio minero en general. Son las sobrevivientes de un proceso de filtrado en que solo las más rentables sobrevivieron, pero no permiten determinar la rentabilidad de la industria como un todo. En esto se parecen a la industria farmacéutica, que gasta enormes sumas en investigación y desarrollo, para finalmente conseguir una pocas drogas altamente rentables.
Seguiré con este tema en el futuro.