Pato Arrau tiene una columna interesante sobre el proyecto de financiamiento para la reconstrucción, y la negativa de la oposición al proyecto de Ley.
Arrau argumenta, entre otras cosas, que hay una falla de mercado en el mercado financiero local, ya que los efectos de comercio de una tienda pequeña tienne menor aceptación que los de una cadena de supermercados (no son aceptados, o se les da un menor valor). Esta diferencia en el tratamiento se debe en parte a la información asimétrica en el sector financiero, y en parte a economías de escala. No parece que se pueda remediar aunque una mejora del funcionamiento de la justicia civil puede ayudar. Esto es, con mejores tasa de recuperación de créditos, procedimientos de quiebra, y mecanismos de arbitraje.
Para entender el problema, conviene examinar un ejemplo ¿Cómo se compara el valor esperado de un número grande de créditos a pequeñas empresas, que sumen un monto equivalente al de un solo crédito a una empresa tipo cadena de supermercados? Hay varios efectos a considerar, entre otros: i) Hay un efecto portafolio que va en la dirección de valorar más los créditos dispersos (aunque son créditos con bastante correlación entre ellos frente a un shock económico adverso); ii) la supervisión del crédito de mayor tamaño puede hacerse mucho mejor, iii) empresas menos capitalizadas tienen mayores incentivos a desviar recursos, iv) los créditos tienen costos fijos, por lo que un solo préstamo tiene un costo fijo total menor que muchos préstamos individuales. Los tres últimos efectos favorecen a la cadena de supermercados, y el primer efecto es probablmente poco importante debido a la correlación de los resultados de las pequeñas empresas frente a un shock económico adverso. Por lo tanto, es probable que a la misma tasa de crédito la rentabilidad de prestarle a la empresa grande sea mucho mayor, y en equilibrio con competencia bancaria, debería cobrársele menos.
¿Se debería llamar a ésto una falla de mercado?