Peligros en las Comisiones

Las comisiones que se han creado para diseñar reformas en distintos sectores: Salud, economía, finanzas, trabajo y otros, han sido una iniciativa valiosa. Ellas han permitido proponer reformas inteligentes a las políticas públicas, y con consenso o acuerdo mayoritario entre distintos sectores.

Sin embargo, el caso de la Comisión de Salud es preocupante en otro sentido: la influencia de los miembros que pertenecen a un grupo de presión no es sana. El Mercurio trae hoy la noticia que al menos dos miembros votaron por la propuesta mayoritaria no porque fuera la mejor (eso puede ser discutible), sino porque le convenía al gremio que representaban.

Según Marcos Vergara (de la U. de Chile), quien fue parte de la comisión, el creciente desarrollo de infraestructura de las clínicas privadas no se condice con el número de beneficiarios del sector privado, que se ha mantenido estable durante la última década.

Según el experto, esto es porque las clínicas aspiran a atender a los pacientes Fonasa. Y a esto podría desembocar el informe de la comisión de expertos, ya que la posición de mayoría restringe los ámbitos de acción de las isapres.

En efecto, el 46% de las prestaciones de nivel secundario y terciario (hospitalización) son entregadas por clínicas privadas, según datos de la Asociación de Clínicas.

Para Hernán Sandoval, ideólogo de la reforma a la salud de 2005, lo que en el fondo está detrás de esta propuesta es «una severa ‘querella’ entre aseguradores y prestadores. El crecimiento enorme de los prestadores les ha dado una fuerza gigante dentro del sector privado que los hace considerar innecesario tener un intermediario como las isapres».

Esto explicaría que se sumarán a la mayoría del informe los votos de Andrés Tagle (ligado al mundo de los seguros) y de Fabio Valdés (director de Banmédica).

Es imprescindible que las Comisiones consulten a los grupos de presión y otros interesados cuando reflexionan sobre reformas profundas a las políticas públicas en un sector. Pero es un error de diseño que entre sus miembros hayan personas que, por su pertenencia a un grupo de presión, voten según el interés de sus industrias en una Comisión creada para definir una política país.

El estimulante antiestímulo turco

En otro artículo interesante hoy, el Financial Times describe el nuevo plan de Turco para desestimular la economía. Turquía ha crecido muy rápido en el último año y el déficit de cuenta corriente alcanza un 5,5%, lo que es preocupante. El plan consiste en reducir las tasas de interés.

Parece raro, porque normalmente una baja de tasas aumenta la demanda de crédito y la actividad económica, lo que a su vez aumentaría el déficit de cuenta corriente. Pero si subiera la tasa, atraería liquidez externa, por lo que también aumentaría el déficit de cuenta corriente. Para contrarrestar el efecto expansivo de la reducción de la tasa, Turquía subirá el encaje bancario, para que los bancos no puedan aumentar el crédito en la economía.

La impresión de este blog es que el problema no será efectivo. Dado que la menor tasa aumentará la demanda por crédito, pero los bancos no podrán prestar más, puede haber racionamiento de crédito, y el mayor precio sombra del crédito podría fomentar la aparición de préstamos no regulados. En tal caso, el efecto de la medida sería estimulativo. Todo va a depender de la capacidad de control del Banco Central Turco sobre el mercado del crédito.

Brasil y los negocios

El Financial Times trae un artículo sobre las dificultades de hacer negocios en Brasil. Las trabas burocráticas de un país rankeado 127 en Doing Business son tan grandes, que hay empresas que simplemente renuncian a entrar, pese al atractivo del mercado. Un ejemplo es Apple: no hay tiendas Apple en Brasil. El sobrecosto de un trabajador para cumplir toda la legislación es de un 100% por sobre el salario: el costo Brasil.

Sin embargo, muchas firmas aprenden a operar en Brasil. Las multinacionales chilenas se han aventurado, después de una primera entrada hace más de una década que no fue exitosa. Esperemos que los resultados, con mayor experiencia, sean mejores esta vez.

Defaults seguros

Cuando una entidad enfrenta dificultades para cumplir los compromisos de deuda, es que al no existir una regla para dividir lo que existe, se genera un dilema del prisionero entre los acreedores que hace dificil llegar a acuerdos. El Financial Times tiene una propuesta para resolver este problema en el caso de países con deuda excesiva. La idea es tener predefinido el esquema de prioridades en caso de problemas para pagar la deuda (la propuesta es similar al esquema en Chile para los bancos), de manera de producir un orden entre acreedores, con acreedores seguroes y subordinados.

El FT describe una excelente idea de Jacques Delpla y Jakob von Weisäcker. Ellos proponen que una parte de la deuda (la parte segura), tenga prioridad sobre el resto de la deuda. Por ejemplo, toda la nueva deuda emitida por el gobierno norteamericano estaría subordinada a la deuda actual (hacerlo al revés rompería los contratos y sería equivalente a un default). Para la Eurozona, proponen que la deuda segura –o azul– de los países componentes sea hasta el 60% del producto del país (y estaría garantizada por la eurozona completa), y el resto –deuda roja– sería subordinada, como lo muestra la figura.

S

Problemas de la delación compensada

En su presentación sobre la interpretación económica de los efectos de la delación compensada en el TOI 3, Joe Harrington usó un modelo simple de teoría de juegos. Pero antes, contó sobre la experiencia en Estados Unidos y Europa, en que la cantidad de casos subió drásticamente con la introducción de programas de delación compensada de carteles. Incluso, en algunos países, hubo colas para ingresar denuncias antes de la entrada en vigencia de las leyes de delación compensada. Nada de eso courrió en Chile. El modelo de Harrington puede expicarlo.

Supongamos que hay dos firmas cartelizadas que enfrentan un programa de delación compensada. Hay tres parámetros que determinan que va a suceder:

  1. c: el costo extra de la multa por estar cartelizado y no delatar.
  2. d: el costo de estar cartelizado y delatar a la otra firma (incluye posibles castigos en la justicia civil).
  3. p: la probabilidad de detección del cartel si no hay delación.

El juego entre las empresas es el siguiente:
Por ejemplo, si la empresa (o jugador) 1 Delata y la empresa 2 No Delata, la firma 1 recibe un descuento en el costo total que se cobra (paga solo f) y la forma 2 recibe todos los castigos: c+f. Si ambas empresas tratan de Delatar, solo una de ellas es beneficiada, y suponemos que eso ocurre con probabilidad 1/2, por lo que el costo esperado es c/2+f. Por último, si ninguna de las dos Delata, hay una probabilidad p de detección, y en ese caso cada una recibe el castigo total c+f.

El resultado (o equilibrio) de este juego depende del valor de los parámetros. Si p(c+d) > d, el único equilibrio del juego es que ambas empresas Delatan. Esto ocurre porque No Delatar es siempre peor que Delatar. Para que esto suceda, es indispensable que p > d/(c+d), es decir, que la probabilidad de que la Fiscalía descubra en forma independiente el cartel no sea demasiado pequeña.

Por el contrario, si p < d/(c+d), hay dos equilibrios, uno en que ambas empresas se delatan, y otro en que no hay delación. En tal caso el juego se transforma en uno de coordinación. Si las empresas se coordinan en no denunciarse, no hay razón para que una de las dos firmas se desvíe del acuerdo y Delate. Por lo tanto, es posible mantener un cartel, el que solo se puede descubrir mediante una investigación de los organismos antimonopolio.

Si la oficina antimonopolios puede alterar la desigualdad de manera que p > d/(c+d), No Delatar ya no es parte de un equilibrio y las firmas siempre traicionan los acuerdos colusivos, delatándose mutuamente, como ocurre en Europa y los Estados Unidos. Para que se cumpla la desigualdad, la oficina antimonopolio puede actuar en tres dimensiones:

  1. Puede subir la multa c a la empresa que no delata. En Europa las multas de cientos de millones de euros son comunes
  2. Puede reducir el castigo d a la firma que delata, por ejemplo, reduciendo el monto potencial de las demandas civiles.
  3. Puede aumentar la probabilidad de detección de carteles p, mediante la focalización de esfuerzos en sectores en que sea más probable la colusión y donde hayan mejores datos, por ejemplo, en las compras de gobierno.

En Chile, salvo en el caso de las farmacias, no han habido delaciones. Esto es requiere una explicación, ya que el cambio en la Ley antimonopolios es posterior al caso Farmacias. Dado que es improbable que no hayan carteles o acuerdos equivalentes, y por lo tanto seamos el único país en que las firmas siempre compiten a ultranza, el motivo debe ser porque p < d/(c+d). Consideremos las componentes de esta desigualdad.

Las multas c son altas, y pueden alcanzar a varias decenas de millones de dólares. Esto puede no ser suficiente para atemorizar a nuestras empresas más grandes (Lan Cargo pagó del orden de US$ 100 millones sin problemas por participar en un cartel de carga aérea internacional), pero son un fuerte disuasivo para la mayoría de las empresas.

Por su parte, p ha aumentado, pues la nueva Ley permite que la Fiscalía Nacional Económica intercepte llamadas, utilice detectives y realice allanamientos, todas medidas que deberían aumentar la capacidad de detectar carteles, especialmente si dispone de recursos para contratar personal calificado.

El problema parece estar en que d es demasiado alto. Hay dos motivos para esto. Primero, debido a la concentración de la riqueza, y al pequeño tamaño de nuestra economía. Los empresarios interactúan entre ellos en diversas ocasiones, por lo que el costo de denunciar a un rival puede tener costos sociales, así como en otros sectores económicos en los que participa. Tal vez más importante aún, la Fiscalía penal inteviene en los casos, usando un artículo obsoleto del código y no acepta la delación compensada como un argumento para limitar los castigos. La delación de un cartel lleva automáticamente a una investigación del Fiscal de la Reforma Penal, que usa los antecedentes obtenidos para una investigación criminal de todos los participantes en el cartel. Al aumentar el castigo d para todos, se hace más atractivo No Delatar.

El TOI

El Taller de Organización Industrial es la principal conferencia en organización industrial de Chile, por lejos, y es una de las más importantes de América Latina. En su tercera versión de este año, vienen, entre otros, Joe Harrington, de Johns Hopkins, y Thomas Ross, de U. of British Columbia.

Esta versión trae una novedad. Antes de la conferencia propiamente tal, que tendrá lugar en el Gran Hotel Zapallar de Isla Seca, se realizó una sesión especial en la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas para interesados en políticas de competencia. Además de los investigadores anteriores, participaron Felipe Irarrázaval, Fiscal Nacional, y Julio Peña, del Tribunal de Defensa de la Libre Competencia. Harrington describió la economía y efectos de las políticas de delación compensada, lso chilenos discutieron sobre las dificultades que enfrenta la política de competencia en Chile y Ross describió los cambios a la Ley canadiense. Hoy, las sesiones son más teóricas y presentan los avances en la teoría.

La próxima entrada describe una reflexión sobre nuestros problemas de competencia a la luz de la sesión especial.

Wikileaks

Difícil agregar algo a todo lo que se ha dicho y escrito sobre Wikileaks. Este blog, sin considerar las revelaciones como importantes, se ha entretenido hoy con las que aparecen en El País sobre lo que opina el gobierno español de los políticos latinoamericanos.

Esperemos que todavía queden muchas cosas parecidas por descubirse. ¿Cómo será la próxima reunión entre la Ministra de Relaciones Exteriores de España y Chávez, luego de haberlo descrito en cables como «un payaso», y «un bestia, pero no un estúpido». Gracias por hoy, Wikileaks.

Informe de la Comisión de Salud III

Están quedando un poco más claras las conclusiones de la Comisión de Salud. La posición mayoritaria consiste en que los cotizantes destinarán un 6% de su ingreso a comprar un plan básico de salud. Estos recursos irán a un fondo común que pagará por las prestaciones del plan básico para todos. El Estado financiará los copagos de los indigentes.

La propuesta alternativa también define un plan básico, pero a diferencia del caso anterior, el cotizante paga por el plan básico su propio costo del plan. El resto de la cotización –que no se reducr– puede utilizarse para comprar beneficios adicionales: mejor hotelería, menores copagos, etc.

En ambas propuestas, no queda claro si el plan básico tiene algún estándar de hotelería. Esto es esencial para poder analizar las alternativas y sus costos.

El problema de la propuesta de la mayoría es que es equivalente a un impuesto para las personas de mayores ingresos (que son las únicas que pagan impuestos a los ingresos). Dado que la obligación de cotizar tiene un límite de algo más de 60UF, es en efecto un impuesto regresivo. Se le extrae al cotizante una parte de la cotización para destinarla al pozo general de recursos, pero el monto de la contribución no varía al aumentar el ingreso, por sobre el límite. Aparece, por lo tanto, como una medida que será extremadamente impopular. Si se desea elevar los impuestos, esto debe hacerse mediante los mecanismos normales y no con instrumentos que persiguen otros objetivos.

La propuesta de minoría también tiene problemas. No se entiende por qué es necesario cotizar más de lo que requiere comprar el plan básico. Lo que se debe hacer es definir una canasta básica de servicios que la sociedad considera que todo ciudadano tiene derecho a exigir, y la hotelería asociada –por ejemplo el J.J. Aguirre en modalidad institucional–. Luego se calcula el costo de este plan para el chileno promedio (considerando que algunos son enfermos o viejos, y que otros son jóvenes y sanos), y esta debería ser la contribución de cada afiliado. Los ciudadanos cuyos ingresos no alcancen serían subsidiados por el Estado.

Si hay ciudadanos que pueden dedicar menos del 7 (o 6%) a comprar este seguro, pueden destinar el remanente a ahorro, a mejorar la hotelería, a comprar seguros complementarios o sencillamente a vivir mejor en el presente. Es decir, todo lo que está por encima del costo del plan básico debería ser voluntario.

Multas de verdad

La oficina antimonopolios de la Unión Europea acaba de imponer una multa de 650 millones de euros a cinco productores de pantallas LCD. Las empresas, cuatro de ellas taiwanesas, fueron acusadas de formar un cartel. Este cartel estaba muy bien organizado, y tenía reuniones mensuales. En las sesenta reuniones, las empresas concordaban precios e intercambiaban información sobre la planificación de producción, factores de utilización de planta y condiciones de mercado. Samsung, el principal productor mundial y que también participó en las reuniones, no fue castigado, porque fue primero en acusar la existencia del cartel y en entregar información. LG, otra empresa coreana, fue multada en 215 millones de euros.

Ha sido un buen año para las multas antimonopolio en Europa. Ya han recolectado 3.1 mil millones de euros, los que sirven para cubrir el presupuesto de la Unión. Entre otras empresas, Lan Cargo tuvo que pagar por formar parte de un cartel en la carga aérea.

Considerando la experiencia europea y norteamericana de los últimos años, en que se han descubierto un gran número de acuerdos colusivos internacionales (que son más difíciles de formar que los nacionales), ¿qué posibilidad existe de que estos acuerdos no sean comunes en Chile?

Pisa en China

Los mejores puntajes en la prueba Pisa de 2009 los obtuvo Shanghai, China. Un artículo del FT Alphaville da más alcances sobre lo que significa. Contra lo que los prejuicios pudieran suponer sobre un aprendizaje por memorización en China, la prueba Pisa mide creatividad y comprensión. Los buenos resultados se deben a recientes reformas en educación, que han elevado los salarios, le han dado más autonomía a los profesores y los han entrenado mejor. Además, los malos profesores son eliminados rápidamente de sistema. Todas estas son medidas que se pretende incorporar con las reformas a nuestro sistema educacional.

El artículo llama también la atención sobre la presión (o las expectativas) que ejercen los padres y sobre el efecto de la cultura en el rendimiento académico. No basta solamente con tener un buen sistema educacional: esto se debe complementar con una sociedad y familias que presionen a los estudiantes para obtener buenos resultados. En esta materia tenemos un problema. Los padres chilenos son demasiado complacientes con sus hijos y la sociedad como un todo no tiene un estándar de exigencia en materias académicas.